4 de noviembre de 2015. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.
Un cartero recorre a diario los alrededores del lago Kenozero. Llevando el correo, pagando pensiones y haciendo otros encargos mantiene conectados a los habitantes de esa zona remota. Lo seguimos durante algunos días de ese momento del año en que no hay noches.
Vivir cada día en el norte de Rusia. El tono de documental realista (la mayoría de las personas que vemos son lo que parecen) tiene leves contrapuntos poéticos como ese gato gris que se le aparece solo a él o los planos de sus chanclas mañaneras y de los insectos. Por lo demás, El cartero de las noches blancas muestra la tristeza de unas vidas ensimismadas que parecen invernales incluso en el verano septentrional en que las vemos.