26 de noviembre de 2015. Teatro Jovellanos, 53º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.
Un guepardo observa a una mujer desorientada que sale de un coche semihundido en un canal. Es el preámbulo de una película que tendrá dos partes. En la segunda (que vemos antes) la mujer se acerca a los camioneros y viaja sin rumbo con algunos de ellos por carreteras de Europa. En la primera (que vemos después) sabremos que el motivo de su desesperación es la muerte del padre de su hija, un camionero que tenía dos familias.
El referente obligado es Azul, la primera película de la trilogía de los colores de Kieslowski a la que esta segunda película de Sacha Polak recuerda mucho. La primera que dirigió fue Hemel y la vimos hace tres años en este festival (fue una de las primeras películas que reseñé en este blog). En las dos vamos sabiendo cosas de las protagonistas a partir de relatos fragmentarios. Pero esta es mucho más contenida y equilibrada. Tras el poderoso preámbulo, que realmente servirá de bisagra entre las dos partes, la directora dosifica la información de modo muy aficaz. Zurich es una película de silencios en la que los pequeños gestos lo dicen todo sobre el sufrimiento de esta mujer a la deriva. El festival de Gijón ha traído oportunamente las dos primeras películas de esta interesante directora. Ojalá lo siga haciendo con las que haga en el futuro.