lunes, 23 de noviembre de 2015

Tropical Malady

de Apichatpong Weerasethakul. Tailanda, 2000. 118’.
23 de noviembre de 2015. Cines Centro, 53º Festival de Cine de Gijón (sección: Apichatpong Weerasethakul). V.O.S.

Un soldado que acaba de dejar el ejército y un campesino analfabeto viven una delicada historia de amor. Un soldado se interna en la selva para enfrentarse a un monstruo invisible que acecha al ganado y atemoriza a los campesinos. Dos partes muy diferenciadas para una película que pasa del melodrama realista al sueño casi místico.

Hoy ha presentado esta película el propio director que luego ha respondido a las preguntas del público en el animado diálogo que siguió a la proyección. Al coloquio se ha quedado poca gente (parece que en Gijón ya se sabe que Apichatpong Weerasethakul no es para todos los públicos). La primera parte de Tropical Malady no me dice nada. La segunda tiene más interés pero, a diferencia del luminoso bosque con río de Blissfully yours, la selva de Tropical Malady es nocturna, onírica y desasosegante. Según confesó en el coloquio, Weerasethakul hubiera querido que la segunda parte hubiera quedado completamente a oscuras y solo aparecieran en ella los sonidos de la selva. A mi ya me ha sobrado oscuridad en la segunda hora, así que, puestos a elegir entre selvas metafísicas, me quedo con la que ayer recorrimos en el Amazonas de la mano de Ciro Guerra con El abrazo de la serpiente.