26 de noviembre de 2015. Teatro Jovellanos, 53º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.
En el San Francisco de los años setenta Minnie despierta al sexo. Y lo hace con el novio de su madre. Y lo describe en el diario que va grabando en cintas de cassette. Y dibuja lo que imagina (o imagina lo que dibuja) con el estilo de Aline Kominsky, su ilustradora preferida.
Retrato (a veces dibujado) de la iniciación al sexo de una adolescente. La historia está contada en femenino singular. Y lo singular es que en la relación con el adulto es ella quien toma la iniciativa y quien (sin querer) manipula. También es singular la hermosa manera en que se cruza la realidad que Heller nos muestra en cálidos colores con los dibujos con los que Minnie expresa sus ensoñaciones. La película gustará y seguramente tendrá cierto recorrido en esa zona de intersección entre el cine independiente y el comercial. Una lástima que, tratando el mismo tema con un enfoque similar y con más creatividad, no lo tengan joyas como Joven y alocada, la magnífica película de Marialy Rivas que vimos hace dos años en el Niemeyer. Pero entre las dos directoras hay una diferencia muy importante para la difusión de sus trabajos: Marielle es norteamericana y Marialy es chilena.