22 de noviembre de 2015. Cines Centro, 53º Festival de Cine de Gijón (sección oficial). V.O.S.
Tras ocho meses sin trabajo Sandrine tiene que volver a casa de su madre. Allí también viven su hermana y su cuñado, así que no le queda más remedio que ayudar a su tío con su negocio de importación (ilegal) de perros.
La primera escena en que la protagonista deja su apartamento ya marca el tono de una película que muestra cómo la crisis económica encanalla a la gente. La miseria que aquí se retrata no es la de uno de esos países del este de los que se importan ilegalmente los perros. Sino la de esta Francia de hoy que no solo da motivos para comedias banales, sino para historias sobre vidas a la deriva como la que muestra el plano final de esta película, tan llena de perros.