13 de noviembre de 2013. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.
El vendedor es Marcel Lévesque, un hombre que vive enfrente del concesionario de coches en el que trabaja. A sus sesenta y siete años no piensa jubilarse. Su éxito como vendedor y el cariño de su hija y su nieto llenan su vida. Hasta que un accidente le quita lo que más quiere.
La poderosa imagen de un alce muerto que está siendo retirado de una carretera canadiense abre esta película invernal. A continuación nieve, tedio y parsimonia. Un paisaje y un ritmo muy adecuados para mostrar una vida de aburridas esperas en un concesionario y de encuentros amables con compradores a los que Marcel ha de cautivar. Y sabe hacerlo, incluso en unos tiempos en los que la fábrica de papel que da vida a la región está a punto de cerrar. Como el sentido de su vida cuando entendamos el dramático significado de aquella escena inicial. El tono documental de la primera parte se transforma en tragedia al final de esta historia mínima. El vendedor es, por tanto, una ópera prima sencilla, bien contada y con momentos contenidamente emotivos (las voces grabadas de la hija y el nieto, la rutina del reparto de coca-colas, la reuniones semanales con los compañeros, el otro drama del cliente al que Marcel salva...) Seguramente no gustará a los espectadores impacientes a los que molesta la lentitud del ritmo de unas vidas que son felices mientras no les pasa nada.