1 de noviembre de 2013. Cines los Prados, Oviedo.
Antonio es un profesor apasionado. Por enseñar inglés y por las canciones de los Beatles. Cuando John Lennon viene a Almería para hacer una película Antonio no lo duda y emprende el viaje para conocerlo. En su ochocientos cincuenta acoge también a Juanjo, un adolescente que huye de su padre, y a Belén, una joven que no quisiera ser madre todavía.
Lo peor y lo mejor de aquel país se dan cita en esta deliciosa película que transmite la bondad de unas gentes y (la aspereza de otras) en aquel tiempo en el que Almería era un lugar en el que los extranjeros hacían películas y Fraga se bañaba. Tras el magnífico regreso a los ochenta con su Madrid 1987, David Trueba nos muestra cómo era España en aquella otra década prodigiosa. Y lo hace con unos personajes que se hacen querer: ese quinto beatle machadiano que encarna magistralmente Javier Cámara, ese catalán lleno de seny interpretado por el magnético Ramón Fontseré, esos jóvenes ingenuos que inspiran esperanza gracias a Francesc Colomer y Natalia de Molina. Pero al mostrarnos aquellos tiempos David Trueba también nos habla del presente. "En este país los jóvenes están desesperados, les han tapiado el futuro". Se lo dice al catalán ese (buen) profesor que sabe que su función es ayudar a los alumnos a derribar esas tapias. "No se puede vivir con miedo". "Nunca os dejéis robar la dignidad". Se lo dice a ellos para que no tengan que sentir nostalgia del futuro. O del pasado, ahora que (otra vez) algunos quieren que las mujeres no decidan sobre su maternidad y la escuela no favorezca la igualdad.