3 de enero de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.

Volver a La Habana y a la danza es siempre muy grato. E Icíar Bollaín nos ofrece ambas cosas con esta película que es una hermosa historia sobre la pasión y la coherencia no solo de un artista sino también de quienes, como su padre o sus profesoras cubanas, se empeñaron en que llegara a serlo. La historia está bien contada y tiene el aliciente magnífico de esas coreografías del propio Acosta que van ilustrando metafóricamente distintos momentos de su vida.