viernes, 28 de enero de 2022

El callejón de las almas perdidas

de Guillermo del Toro. EE.UU., 2021. 150.
28 de enero de 2022. Cines Parqueastur, Corvera. 

Tras deshacerse del cadáver de un hombre y quemar su casa, Stan Carlisle llega a una feria y comienza a trabajar en espectáculos de ilusionismo para los que parece tener especial habilidad. Allí pasa un tiempo aprendiendo el oficio y conoce a Molly, una chica que también trabaja en la feria y a la que convence para irse juntos a la ciudad y montar espectáculos más ambiciosos de mentalismo. En uno de ellos conoce a Lilith, una psicoanalista que una noche casi desvela sus trucos. Los dos parecen tener cierta fascinación por el carácter y las habilidades del otro, así que de forma más o menos acordada comparten información sobre algunos clientes de Lilith que quieren contratar a Stan para que los ponga en contacto con sus familiares fallecidos. Entre ellos un hombre muy poderoso y atormentado que quiere volver a ver a su mujer.

Las atmósferas que crea Guillermo del Toro y la cuidadísima ambientación que nos ofrece, tanto en la parte de esa feria rural más o menos sórdida como en la del Nueva York más exquisito de 1941, son ya un buen motivo para ver esta película. También lo son las estupendas interpretaciones de Bradley Cooper en el papel protagonista, de Cate Blanchet haciendo de psicoanalista sofisticada, de Willem Dafoe como exhibidor esclavista de lo que llama el engendro o de Rooney Mara en el papel de la dulce chica enamorada. Pero además, las dos horas y media de la película se pasan sin notarlo por la habilidad de Guillermo del Toro para contar una historia en la que la ambición desmedida y la sombra de dramas pretéritos parecen marcar el destino del protagonista y de algunos personajes. El callejón de las almas perdidas es menos fantástica y truculenta que otras películas suyas (lo cual se agradece), pero no menos cautivadora por la singularidad de las escenas y el cuidado en los detalles. Además, cuenta una historia cuyo interés no decae desde esa inquietante primera escena que para el protagonista se convertirá en recuerdo recurrente hasta ese final en el que dice haber nacido para hacer el papel del engendro. Quizá Guillermo del Toro pueda decir lo mismo sobre su habilidad para engendrar esos tipos humanos y hacerlos tan interesantes.

jueves, 27 de enero de 2022

El caso Villa Caprice

de Bernard Stora. Francia, 2020. 103.
27 de enero de 2022. Cines Los Prados, Oviedo.

Gilles Fontaine, uno de los empresarios más poderosos de Francia, se ve implicado en las disputas judiciales de la mujer de un político corrupto al que él financió para poder comprar Villa Caprice, un capricho que tenía desde la infancia. Para defenderse ante el juez contrata a Luc Germon, un abogado de gran prestigio que se considera radicalmente independiente. Sin embargo, las cosas no serán como él cree y el empresario resultará más embaucador de lo que piensa. 

Las interpretaciones de Patrick Bruel como empresario seguro de si mismo y de Niels Arestrup en el papel de ese abogado flemático y orondo son, con las ambientaciones de los entornos de las élites francesas, lo mejor de una película que se ve con interés y en la que, más que los entresijos del poder político y financiero, se revelan los efectos de la ambición no solo por tener más, sino por ser más y que los demás lo sepan. Cosas que no siempre van de la mano.

miércoles, 26 de enero de 2022

Un pequeño mundo

de Laura Wandel. Bélgica, 2021. 72.
26 de enero de 2022. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas. V.O.S.

En su primer día de clase Nora entra llorando al colegio. Sin embargo, ella se adapta más fácilmente que su hermano mayor, quien viene sufriendo desde hace tiempo las burlas y agresiones de sus compañeros. Nora intenta ayudarlo de distintas formas: diciendóselo a los profesores, a su padre o haciendo como que no lo sabe. Pero nada de lo que haga o deje de hacer cambiará las cosas. Así que Nora acabará aprendiendo que la de víctima es una condición transitiva.

Un planteamiento radicalmente naturalista y un dispositivo formal muy similar al de El hijo de Saúl son probablemente los principios que inspiran esta magnífica opera prima. La cámara sigue y mira siempre a Nora con una profundidad de campo mínima que hace más relevantes los sonidos de esos recreos que realmente no lo son para algunos niños. El cine de los Dardenne y aquella singular película de László Nemes son, seguramente, los referentes de esta película que nos muestra, desde la altura de los niños, ese mundo sórdido que para algunos de ellos puede ser un patio escolar. La interpretación de Maya Vanderbeque es impresionante en el papel de esa niña que primero sufre por su hermano y luego se siente culpable por no querer seguir sufriendo. El tema del acoso escolar es territorio abonado para el maniqueismo, la brocha gorda, los discursos edificantes y los tópicos. Pero nada de eso hay en la película de Laura Wandel. Un pequeño mundo establece un fascinante diálogo formal con El hijo de Saúl en el que su directora tiene el buen tino de moderar la tentación de que sus planos sean tan radicalmente borrosos como los de aquella extraordinaria película que de esa forma sorteaba el riesgo de mostrar lo irrepresentable. Así, la mirada sobre la institución escolar, apenas esbozada en esta película, nos muestra analogías imprevistas, pero muy significativas, entre aquella y los recintos totalitarios. Tampoco resulta casual que el hermano de Nora se llame Abel y solo encuentre una forma de salvarse convirtiéndose en un Caín para Ismael, ese otro niño que se convertirá en víctima y cuyo nombre puede relacionarse metáforicamente con la tragedia palestina. Así que, más allá de las lecciones educativas que nos ofrece esta sobria y magnífica película, hay también una reflexión de mayor calado sobre el carácter esencialmente transitivo de la violencia. La que sufren las víctimas y la que desatan los victimarios.

domingo, 23 de enero de 2022

Mali Twist

de Robert Guédiguian. Francia, 2021. 125.
23 de Enero de 2022. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

En el Mali de los años sesenta la independencia y la forja del socialismo en el país se cruzan con las vidas de Lara y de Samba. Ella ha huido de un matrimonio forzado y él es un joven comprometido con el cambio político. Los dos comparten su pasión por el twist y un amor a prueba de todo.

En La casa junto al mar Robert Guédiguian ya había dado pruebas de poder  hacer un cine sin sustancia. Y en esta historia, ambientada en el Mali, poscolonial lo confirma con creces. Mali Twist se mueve entre lo naif y lo maniqueo, algo que podría estar bien si se refiere al carácter de los protagonistas. Lamentablemente se puede decir también de la propia película.

martes, 18 de enero de 2022

Jinetes de la justicia

de Anders Thomas Jensen. Dinamarca, 2020. 116.
18 de enero de 2022. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

La mujer de un soldado danés muere en el metro mientras viajaba con su hija. El hombre que le acababa de ceder el asiento cree que no fue un accidente. Y, con ayuda de unos amigos obsesionados con los algoritmos y los datos, consigue informaciones que convencen al militar viudo de que debe hacer algo. Así que compondrán una singular cuadrilla que se enfrentará con los mafiosos que habrían preparado el atentado. 

Quizá solo la madre fallecida y la hija que tanto la echa de menos entran en esa categoría, habitualmente sospechosa, de las personas normales. El resto son seres extraños, dañados y hasta un tanto desquiciados pero también muy curiosos y bastante tiernos. De hecho, uno se hace partidario de todos ellos y casi comprende la violencia de ese padre que interpreta un Mads Mikkelsen tan contenido como suele pero también explosivo en los momentos en que lo requiere su fornido personaje. Jinetes de la Justicia es divertida, matizada y hasta entrañable sin dejar de ser por ello una historia de violencia. Es una locura danesa que nos propone pensar sobre la incertidumbre y las probabilidades, sobre los azares y las necesidades y sobre esa sutil combinatoria entre las razones y los hechos cuando se trata de verdades. De modo que las certezas matemáticas son el motor de la historia y, a la vez, las que confunden a estos devotos de los algoritmos. Jinetes de justicia es una película magnífica que tiene algo que ver con Parásitos. En las dos hay violencia y personajes extraños. Pero si en la sobrevalorada película coreana aquella era excesiva y gratuita y ellos resultaban estúpidos e inquietantes, en la película de Anders Thomas Jensen lo central son esas sutilezas que tratan al espectador como un ser lúcido y no como mero consumidor de truculencia. Me temo que, a diferencia de los Parásitos, estos Jinetes de la justicia no serán embridados en la noche de los Oscar. Por fortuna (que no por azar)  tienen pura sangre europea y demasiada calidad para eso.

viernes, 14 de enero de 2022

¿Dónde está la casa de mi amigo?

de Abbas Kiarostami. Irán, 1987. 83.
14 de enero de 2022. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Mohamed no ha hecho los deberes en su cuaderno y el maestro le ha reñido mucho. Al llegar a casa Ahmed se da cuenta de que, además del suyo, se ha llevado sin querer el cuaderno de Mohamed. Así que decide ir esa misma tarde a su pueblo para devolvérselo. Sin embargo, él no sabe donde está la casa de su amigo y se le hará de noche buscándola.

Esta pequeña joya de Kiarostami ya tiene treinta y cinco años pero lo que cuenta parece aún más antiguo. De hecho, las calles empedradas que recorren esos niños me recuerdan mucho a las del pueblo de mi padre antes de que las hormigonaran. Y la escuela a la que van, las maneras de su maestro y hasta las pintas que tienen se parecen mucho a lo que era habitual en aquel aula (masculina) de mi colegio público avilesino a finales de los sesenta. La película de Kiarostami, más que por la búsqueda de su amigo por parte de ese niño bueno y leal, interesa por las atmósferas que retrata y por las formas de vida en un tiempo tan evocador como ya casi perdido. No sé si será a esto a lo que algunos se refieren cuando reivindican la España vacía (o, como ellos dicen, vaciada).

miércoles, 12 de enero de 2022

Camila saldrá esta noche

de Inés María Barrionuevo. Argentina, 2021. 103.
12 de enero de 2022. Centro Cultural Valey, Piedras Blancas.

Camila tiene que trasladarse con su madre y su hermana a vivir en Buenos Aires porque su abuela está muy enferma. Ella tendrá que adaptarse a la escuela católica en que la ha matriculado su madre. Las relaciones con los compañeros serán intensas y diversas.

Como La vida de Adèle parisina pero menos tórrida. Como Las niñas zaragozanas pero con adolescentes algo mayores. Así es, para bien y para mal, esta película en la que la protagonista es argentina, feminista y bisexual. Formalmente Camila saldrá esta noche tiene hechuras que recuerdan a otras películas con las que comparte ese naturalismo argentino que suele ofrecer obras de tanta calidad. Pero, aunque la historia está bien contada, la parsimonia del relato, la contención un pelín impostada de la protagonista y la centralidad casi tópica en los ejes de la revolución feminista que ha tenido lugar recientemente en Argentina con las movilizaciones en favor de la despenalización del aborto, hacen que la película tenga algo de preciosista en los tipos humanos que retrata y de oportunista en su contexto generacional y social. Como suele pasar en enero, se proyecta dentro de la programación de MUSOC que ya cumple con esta su décima edición.

jueves, 6 de enero de 2022

Un hombre y su cámara

de Guido Hendrikx. Holanda, 2021. 64.
6 de enero de 2022. Filmin. V.O.S.

Un hombre y su cámara en un pueblo holandés. Vemos lo que él ve y asistimos a las reacciones que su silencio provoca en la gente. Su cámara nos muestra el suelo mientras camina y las puertas de las casas en que le abren y se le quedan mirando. Y también los interiores cuando algunos le dejan entrar. Hasta la cocina.

¿Cómo reaccionan las personas ante una cámara? ¿Cómo lo hacen ante el silencio de quien les mira? ¿Cuál es su actitud cuando la intrusión es en su propia casa? La mayor parte muestran una pacífica curiosidad ante el filmador silente de esta película. Muchos le preguntan qué está haciendo y por qué lo hace. Alguno dice que quizá se trata de una investigación. Y en cierto modo acierta porque este curioso documental podría ser visto como una indagación sobre el efecto del silencio de quien mira en la conducta de quien es observado. O sobre el poder de una cámara encendida en un tiempo y un lugar determinado. Porque seguramente, las actitudes de quienes son grabados no serían las mismas si no estuvieran en sus propias casas, si no fueran holandeses o si no hubieran sido filmados en 2021. Un hombre y su cámara estuvo en la Seminci y era una de las películas que me apetecía ver. Su dispositivo es sencillo y reiterado pero también singular. No es un ensayo fílmico de gran calado pero tiene cierto interés antropológico. Aunque solo sea porque nos permite entrar un momento en la cotidianidad de algunas casas holandesas. Hasta la cocina.