domingo, 31 de octubre de 2021

Colmena

de Blerta Basholli. Kosovo, 2021. 83’.
31 de octubre de 2021. Teatro Carrión, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Sección oficial). V.O.S.

Como otras mujeres de su pequeño pueblo en Kosovo, Fahrije sigue esperando a su marido que desapareció en la guerra. O más bien a que encuentren su cadáver en alguna de las fosas comunes que las organizaciones internacionales siguen investigando. Ella vive con sus hijos y su suegro pero la situación económica de la familia es muy complicada. Sus colmenas no dan suficiente, así que anima a otras mujeres a preparar juntas unas conservas de pimientos que llaman ajvar y llevarlas a la ciudad para ponerlas a la venta en el supermercado. Ella se saca el carnet de conducir y consigue convencer a muchas de sus vecinas para que formen juntas una especie de cooperativa. Pero en el pueblo son muy machistas y piensan que al hacer eso están traicionando la memoria de sus maridos.

La película aborda los efectos de las guerras cuando las guerras acaban. Asistimos a los desgarros en la memoria de una familia, a los sentimientos de culpa que sienten quienes no la tienen y al heroísmo callado de unas mujeres que quieren salir adelante y, precisamente por ello, sufren el desprecio de los que han sobrevivido a la guerra. Blerta Basholli lo cuenta sin ningún subrayado, siguiendo siempre a esta madre coraje silenciosa, seria y esforzada que en medio del dolor se empeña en ayudar a otras mujeres para que juntas puedan sobrevivir a la barbarie. Con una presencia casi continua, la actriz Ylka Gashi ha hecho un trabajo excelente encarnando a un personaje al que el dolor limita las posibilidades expresivas a la máxima contención y a las mínimas palabras. El premio que le han dado a la mejor interpretación femenina es el motivo por el que la película se ha proyectado de nuevo hoy domingo. Sin embargo, y sin poner ningún pero al mérito de su trabajo, creo que el jurado, además de a la actriz, ha querido premiar también al personaje, quizá porque se trata de una historia basada en hechos reales. Terminamos con Colmena nuestra estancia (esta vez un poco más larga) en esta edición de la Seminci que, como siempre, nos ha hecho disfrutar de buen cine en los teatros y las salas de esta ciudad tan agradable. Volveremos.

Seis días corrientes

de Neus Ballús. España, 2021. 83’.
31 de octubre de 2021. Teatro Carrión, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Sección oficial). V.O.S.

Valero y Pep trabajan en Instalaciones Losilla, una pequeña empresa de fontanería y electricidad de las afueras de Barcelona. Pep es un buen profesional que está a punto de jubilarse, así que esta semana estará a prueba con ellos Mohamed, un marroquí callado y educado que no le gusta nada al tarugo de Valero.

Hace ocho años que vimos también en la Seminci La plaga, el primer largometraje de Neus Ballús. Aquella película, originalísima e inclasificable, era una joya que, a pesar de las diferencias, tiene mucho que ver Seis días corrientes. Sobre La plaga escribí que era una espléndida película sobre la convivencia entre las personas y sobre la dignidad con que afrontan estos tiempos. Hace dos años vimos El viaje de Marta, el segundo largometraje de Neus Ballús, y entre otras cosas escribí que era una delicia apta y grata para muchos públicos. Que este tercer largometraje haya merecido la Espiga de Plata y el Premio del Público y que, además de provocar muchas sonrisas durante la proyección, haya recibido al final un aplauso espontáneo y cerrado demuestra que debería tener una buena distribución y alcanzar el éxito que merece. Y es que esta nueva película Neus Ballús combina el calado y la ternura con que es capaz de retratar a nuestra gente con una gracia y un desparpajo hiperrealista que solo logra quien sabe hacer que la cámara parezca transparente en medio de oficios tan masculinos y entreverados como los de los fontaneros y los electricistas. Su habilidad para retratar sin juzgar a diferentes tipos humanos me recuerda a la del Guerín de En construcción pero, viendo esta hilarante película, pienso que si Neus Ballús fuera argentina también se llevaría muy bien con Mariano Cohn y Gastón  Duprat. Los tres saben llevar a la pantalla los lenguajes populares con un naturalismo tal que, al lado de ellos, Almodóvar parece el más artificioso de los guionistas.


La Mif

de Frédéric Baillif. Suiza, 2021. 110’.
31 de octubre de 2021. Teatro Carrión, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Sección oficial). V.O.S.

En una casa de acogida suiza viven varias chicas atendidas por algunos educadores. Antes también había chicos pero un incidente sexual entre una de ellas y un menor cambió las cosas. La directora es una mujer comprometida que acaba de reincorporarse a su trabajo  tras vivir un drama terrible en su familia.

Los centros de acogida suizos no deben ser de los peores. Así parece en esta película que, siendo muy distinta, tiene mucho que ver con Las vidas de Grace, aquella historia sobre adolescentes con vidas difíciles y una cuidadora que, como aquí la directora, también tenía una situación personal complicada. La Mif tiene aire de documental naturalista con estructura bien trabada en la que los nombres propios van jalonando la historia sin romper la continuidad del relato. Así que el premio a la mejor dirección, al mejor montaje y el premio especial del jurado parecen merecidos. Por suerte, hemos podido verla en la sesión matinal de este domingo en que termina el festival y se proyectan en el Teatro Carrión tres de las películas premiadas.

sábado, 30 de octubre de 2021

Animal de ciudad

de Jiazuo Na. China, 2021. 93’.
30 de octubre de 2021. Teatro Zorrilla, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Punto de Encuentro). V.O.S.

Un joven que ayuda a un hombre encargado de cobrar deudas conoce a una chica que trabaja haciendo tatuajes. Los dos tienen relaciones familiares y sentimentales bastante complicadas en una ciudad muy decrépita.   

Hay buenas dosis de violencia, algunos sobreentendidos y ciertos saltos temporales que complican la cosa. Animal de ciudad tiene el aire de cierto cine chino que parece homenajear las maneras del cine de Scorsese o de Coppola sobre las faunas urbanas de los entornos mafiosos. Aquí se hace en contextos destartalados que hacen aún más opresivo el relato. Reconozco el valor de la propuesta, pero lo que se cuenta no me atrapa y la atmósfera bronca de las relaciones entre esas gentes no me resulta estimulante.

Una historia de amor y deseo

de Leyla Bouzid. Francia, 2021. 102’.
30 de octubre de 2021. Teatro Carrión, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Sección Oficial). V.O.S.

Ahmed es un joven francés de origen argelino que acaba de entrar en la universidad. En una asignatura sobre literatura árabe medieval conoce a Farah, una chica tunecina que ha venido a estudiar a París. Los dos comparten el interés por la literatura erótica antigua y también cierta tensión sexual no resuelta. Pero ella es más natural en la manera de afrontar una relación que resulta demasiado complicada para el tímido Ahmed.

La actitud pánfila de Ahmed hace que el relato tenga un ritmo tan moroso como su forma de entender la relación con Farah. De hecho, igual que ella, uno quisiera que la cosa avance más rápidamente y la película nos cuente más cosas. Pero lo cierto es que, contra todo pronóstico, Farah no pasa del muchacho (ni nosotros de la película) y al final se acaba sorteando el riesgo de que Una historia de amor y deseo sea simplemente otra bobada francesa.

La habitación

de Roman Vasyanov. Rusia, 2021. 123’.
30 de octubre de 2021. Teatro Zorrilla, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Punto de Encuentro). V.O.S.

Una residencia en la que viven muchos jóvenes compartiendo habitaciones en la URSS de los años ochenta. Hay intensidad en las relaciones y tensiones soterradas. Hasta que el suicidio de una chica que huye de la presión depredadora del marido de la gobernanta hace que los problemas se multipliquen y la comunidad parezca salvaje.

No es una película distópica pero por momentos lo parece. Lo opresivo de los espacios y lo tóxico de las relaciones hace que esta historia coral sobre una comunidad juvenil que vemos descontextualizada parezca tener algo de metáfora orwelliana.  Pero, aunque no se exploren esas vías hermenéuticas, la película de Roman Vasyanov cuenta con unos intérpretes tan bien conjuntados y tiene una fuerza y una intensidad dramática tan notable que, ya solo por la manera en que se muestra la aspereza de ese entorno y esas circunstancias, La habitación resulta un caleidoscopio antropológico del mayor interés cinematográfico.

Las cartas perdidas

de Amparo Climent. España, 2021. 75’.
30 de octubre de 2021. Teatro Cervantes, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Tiempo de Historia)

Actrices españolas ponen voz y rostro a cartas escritas por mujeres en tiempos de la guerra y de la represión franquista. A veces lo hacen en lugares significativos para lo que en ellas se dice. También hay testimonios de ancianas que recuerdan hechos de aquel tiempo. Y mucha música, algunos bailes y demasiados colores.

Menos es más. Sobre todo cuando se tratan temas como estos. La fuerza de los textos que nos llegan desde otro tiempo se devalúa al querer enfatizarlos poniéndolos en boca de actrices actuales. Entonces la expresividad deviene impostura y la acumulación de testimonios y temas acaba por banalizar lo que se quiere contar dejando muy patentes las intenciones pero muy reducidos los efectos. Acumular rostros y nombres sin aportar circunstancias desdibuja aquellas vidas y hace que las evocaciones no parezcan fines en si mismos sino medios para armar una película sobre un tema en el que el bonitismo resulta particularmente inadecuado. Habiendo tantos documentales ilustrativos y conmovedores sobre la memoria histórica que han aportando tanto a su conocimiento y reivindicación, no se entiende que aquí se derroche el talento y la disposición de tantas buenas actrices en un documental que tiene muchas pretensiones pero que aporta muy poco. Y es que la sintonia con la causa no garantiza la calidad del resultado.

viernes, 29 de octubre de 2021

Las facultades

de Eloísa Solaas. Argentina, 2019. 82’.
29 de octubre de 2021. Cines Bradway, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Cine argentino)

Exámenes finales en las facultades de Buenos Aires. Vemos cómo los temen, los preparan y los sufren algunos estudiantes de varias especialidades.

Muchos son orales. En varios hay bloqueos y de algunos salen bastante malparados los jóvenes que han de someterse a ellos. Es un rito bien arraigado sobre el que hace pocos meses publiqué un artículo titulado Abolición. Más allá de los tópicos, el cine se ha acercado poco a este elemento esencial del dispositivo escolar. Eloísa Solaas lo hace con un atrevimiento encomiable y consigue dar bastante que pensar sobre unas prácticas que con variantes locales son prácticamente universales. Las facultades es un estupendo documental sobre unas ceremonias que han llegado al siglo XXI pareciendo naturales a fuerza de naturalizarlas. 

Entre nosotros

de Maren Ade. Alemania, 2009. 119’.
29 de octubre de 2021. Cines Bradway, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Disidencias). V.O.S.

Chris y Gitti son una pareja feliz que pasa un tiempo de verano en la casa que los padres de él tienen en Cerdeña. Chris es un arquitecto muy creativo y ambicioso del que se esperan grandes éxitos. Gitti lo quiere con locura y, aunque también es alemana, tiene un carácter deliciosamente mediterráneo. Sin embargo, en la relación entre los dos, además de contrastes, hay asimetrías que se hacen más evidentes en los encuentros con un amigo de Chris.

Antes de la estupenda Toni Erdmann, Maren Ade había dirigido esta magnífica película de (des)amor que el festival de Valladolid ha tenido el acierto de programar ahora. La historia está centrada en esta pareja cuya relación va cambiando y al hacerlo nos va mostrando algunas de las trampas que a veces puede tender el amor. El personaje femenino resulta delicioso por su naturalidad y sus pequeñas locuras, pero el de Chris (y aún más el de su amigo) refleja los defectos de una masculinidad miope que, aunque no lo parezca, no deja de mirarse el ombligo y es más frecuente de lo que parece. Y es que en las relaciones de pareja a veces la dominación tiene formas aún más sutiles que los micromachismos. Maren Ade tiene la capacidad y el acierto de mostrárnoslo en esta magnífica película.

El acontecimiento

de Audrey Diwan. Francia, 2021. 100’.
29 de octubre de 2021. Cines Bradway, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Sección oficial). V.O.S.

Anne es una estudiante tenaz que quiere labrarse un futuro. Los exámenes finales se acercan y las  semanas van pasando con un embarazo imprevisto. Ella intentará interrumpirlo por todos los medios hasta el límite mismo de lo posible. Son los años sesenta y en Francia el aborto todavía es un delito.

Decidida y valiente. Así es esta joven que seguramente refleja lo vivido en soledad por muchas mujeres en el mundo. La salida a ese callejón sin salida a veces solo depende de la suerte. Algo que ya nos mostraba Cristian Mungiu en la tremenda película Cuatro meses, tres semanas, dos días. Aunque de forma menos dramática, en España el aborto todavía sigue dependiendo de la suerte y del lugar en que vivan las mujeres que lo necesitan y de la actitud de los médicos en los distintos hospitales públicos. Y aún sigue pendiente una sentencia sobre la ley de plazos por parte de ese Tribunal llamado Constitucional que tan poco crédito merece últimamente. Así que Andrew Diwan ha dirigido una película magnífica y necesaria sobre un tema dramático que llevó a convertirse en clandestinas a miles de mujeres. La actriz protagonista es Anamaria Vartolomei que hace un trabajo extraordinario encarnando a esta joven que consigue convertir el miedo en determinación. El cortometraje que ha precedido a la proyección también ha sido muy interesante y ha mostrado una historia bien contada sobre un chico que vive en un internado de Ucrania y que está a punto de ser adoptado. Se titula Los playeros de papá y lo ha dirigido Olha Zhurba.

El rey de todo el mundo

de Carlos Saura. España, 2021. 95’.
29 de octubre de 2021. Teatro Carrión, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Sección oficial)

Un director y una coreógrafa mexicanos preparan un musical. Ellos fueron pareja. Como también lo serán los personajes que protagonizan la película que se está filmando y los bailarines que los interpretan en ella.

No me gustan las historias cantadas ni los diálogos que parecen propios de series mexicanas. Lo digo yo y lo dice expresamente el propio Saura a través de sus personajes en esta película que tiene al menos tres capas y cuyo corazón sigue estando, como en Fados, en la música, las coreografías y en ese virtuosismo en el manejo de la luz, el color, las sombras y los espejos que es marca de la casa y que  aquí ha contado con la ayuda de Vittorio Storaro. Reconozco que me ha gustado más la película por su corazón musical y coreográfico que por su trama como ficción, pero ha sido estupendo poder comprobar el magnífico brío como director de un Carlos Saura fascinado por México que lleva así de bien esos casi noventa años que pronto cumplirá. En Avilés siempre le recordaremos por haber dado luz a ese vientre maravilloso que es la cúpula del Centro Niemeyer.

jueves, 28 de octubre de 2021

El hijo

de Noushin Meraji. Irán, 2021. 85’.
28 de octubre de 2021. Sala FUNDOS, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Punto de Encuentro). V.O.S.

Con más de cuarenta años Farré sigue viviendo con su madre. Los dos acaban de trasladarse a un nuevo piso en el que la convivencia no es mejor que la que debían tener antes. Él es como un adolescente incapaz de vivir sin una madre a la que, por lo demás, tampoco soporta mucho. Cuando ella muere comienza una vida nueva para él, pero no se aleja de ese piso ni de esa mujer que seguirá estando allí con él. Y no en sentido figurado.

Noushin Meraji es una directora iraní que vuelve a demostrar con esta historia la gran calidad del cine de ese país. Esta noche ha venido a presentar una película que forma un díptico imprevisto pero perfecto con Las siamesas, la estupenda película de Paula Hernández que acabamos de ver en el Teatro Calderón. Hay amargura y una pizca de ironía en esta historia también asfixiante y a veces surrealista de una madre poderosa y un hijo débil que forman una pareja de equilibrio inestable que ni siquiera la muerte consigue deshacer. Como en Las siamesas, la historia se desarrolla en un escenario mínimo (allí casi solo en un autobús, aquí únicamente en un piso) con un tono decididamente teatral. Son dos películas sobre relaciones maternofiliales asfixiantes que desde Argentina y desde Irán vuelven a demostrar que el cine grande también se puede hacer con recursos mínimos. Algo que también es manifiesto en Interfon 15, el magnífico corto del rumano Andreu Epure sobre una mañana en que a la puerta de un edificio aparece muerta una mujer que vive en el tercer piso. El manejo del encuadre y del tiempo es impecable y casi recuerda la maestría de un Erice, así que Epure pueda llegar a ser otro nombre muy relevante en el panorama más que notable del cine rumano. No ha empezado nada mal, por tanto, nuestro fin de semana largo en la Seminci.

Las siamesas

de Paula Hernández. Argentina, 2020. 81’.
28 de octubre de 2021. Teatro Calderón, 66º Semana Internacional de Cine de Valladolid (sección oficial)

Estela viaja con su madre desde Junín hacia Costa Bonita donde va a conocer los dos apartamentos que ha heredado de su padre. Ya es una mujer madura pero no ha conseguido distanciarse de esa madre que le hace la vida imposible. Durante la noche se avería el autobús en que viajan y la actitud agobiante de la madre se hará aún más insoportable. Hasta que la mujer se pierde en la noche.

Paula Hernández se ha inspirado en el cuento de Guillermo Saccomanno para esta historia sobre dos mujeres que tienen un vínculo más fuerte y asfixiante que el del apego. Como en Los sonámbulos vuelve a acercarse a las relaciones familiares de una forma penetrante aunque aquí con la máxima concentración en la relación entre esa madre y esa hija que viven con la mayor dependencia e incomodidad. El mérito de Paula Hernández en esta estupenda película, que bien podría ser también una magnífica pieza de teatro, es compartido también con Rita Córtese y Valeria Lois que hacen un trabajo espléndido con esos personajes. Valeria Lois ha venido a Valladolid con Paula Hernández para presentar esta película sobre una historia mínima que a la vez tiene la máxima intensidad y contención. Las dos han recibido un merecidísimo aplauso en esta tarde en que, tras el paréntesis pandémico del 2020, retomamos este rito anual cinéfilo con el que tanto disfrutamos. El cortometraje que precedió a la proyección de Las siamesas fue Mi última aventura de Ramiro Sonzini y Ezequiel Salinas, una historia algo confusa de dos amigos en una noche delectiva y motera.  

martes, 26 de octubre de 2021

Siempre contigo

de Nir Bergman. Israel, 2020. 94.
26 de octubre de 2021. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

Uri es un niño cariñoso que vive con su padre y lo adora. Pero ya tiene veintitantos años y su madre piensa que debería ingresar en una residencia en la que pueda ser atendido adecuadamente. El padre siente que aún no está preparado para la separación. Ni Uri ni él.

Una historia sobre el apego. Un retrato de los vínculos que genera el cuidado. Un poema filmado con protagonista masculino tan singular como ese padre atento y comprensivo que siempre sabe lo que siente su hijo y lo que le podría hacer daño. Las interpretaciones son prodigiosas. La de Noam Imber haciendo conmovedora la figura de ese joven que quizá sea un discapacitado intelectual pero tiene altas capacidades afectivas. Y la de Shai Avivi como ese padre protector que en cada plano rezuma comprensión con solo su mirada. Siempre contigo es una pequeña joya israelí sobre masculinidades entrañables y paternidades amorosas. Una rareza deliciosa que vuelve a demostrar la gran calidad que tiene la programación cinematográfica de nuestra Casa de la Cultura.

viernes, 22 de octubre de 2021

La crónica francesa

de Wes Anderson. EE.UU., 2021. 108.
22 de octubre de 2021. Cines Los Prados, Oviedo.

El director americano de una vieja revista francesa acaba de morir. Antes de que se ponga punto final a la publicación, vemos el contenido de algunos artículos que han preparado sus redactores. En el primero, acompañamos un recorrido en bicicleta por el pueblo francés en que se edita la revista. En el segundo, vemos a un pintor trastornado y encarcelado que pinta desnuda a una funcionaria de prisiones y se acaba convirtiendo en artista venerado. En el tercero, una periodista madura se infiltra y colabora en una revuelta juvenil con aroma sesentero. Y en el último, un crítico gastronómico relata en un plató televisivo la historia de un policía comidista cuyo hijo es secuestrado y luego liberado tras intensa persecución. 

Wes Anderson en estado puro. En los encuadres, en los movimientos de cámara, en las ambientaciones, en la temperatura de los colores y en el radical y maravilloso barroquismo visual. La película se abre y se cierra con la muerte del director de la revista enmarcando cuatro historias trabadas con un torrente de imaginación e ironía que puede tomarse como una locura surrealista o como un artefacto exquisitamente articulado. Aunque la viéramos sin sonido (o la escucháramos doblada al chino) la película seguiría siendo cautivadora por la sorpresa y belleza que derrochan sus imágenes. Pero, además de eso y de los homenajes y guiños que contiene, La crónica francesa es también fascinante porque es precisamente eso: un destilado delicioso y trepidante del espíritu francés.

lunes, 18 de octubre de 2021

España, la primera globalización

de José Luis López-Linares. España, 2021. 110.
18 de octubre de 2021. Cines Parqueastur, Corvera. 

Historiadores españoles, latinoamericanos y algunos otros desmontando la leyenda negra y reivindicando el imperio español. La expulsión de los judíos, la Inquisición, los contactos comerciales con China, el viaje de Magallanes y Elcano, la figura de Hernán Cortés, las cuitas en Flandes, Bartolomé de las Casas, Vitoria y la Escuela de Salamanca, Fray Junípero Serra, Trafalgar y la propaganda de los ingleses, la relación entre Filipinas y México, la diferencia entre los Austrias y los Borbones, el siglo XIX, los exterminios de indios a cargo de las naciones independizadas, la fragmentación de los Virreinatos instigada por ingleses y gringos... Todo eso y mucho más en un solo documental.

Qué difícil es valorar esta película en tiempos ayusianos y voxeros. En mis estancias en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay siempre me he sentido muy apreciado. Y no solo personalmente. También por ser español. Me temo que no serán muchos los españoles que conocen de forma tan directa y atenta lo que ha podido significar la historia de nuestro país en relación con América y la historia de América en relación con España. Yo nunca me he sentido en tierra extraña allí y, sin embargo, aquí no percibo mucho aprecio por ese vínculo que (si queremos) tenemos los españoles con América. Al contrario. Tengo una pugna permanente con esa ingenua mirada (a veces bastante anglófila) que caracteriza a muchos conciudadanos míos para los que los acentos de nuestra lengua son indiscernibles si son de América y les resultan desagradables si son de Cataluña. Así que, compartiendo mucho de lo que se plantea en este documental y considerando lamentable la ignorancia sobre la historia diversa, riquísima, compleja e inmensa de este país llamado España, temo que esta saludable réplica a la leyenda negra y sus derivados no sirva para saber más, conocernos mejor y querernos con más motivos (no me refiero solo a España, sino a toda Latinoamérica, Iberoamérica, Ñamérica o como queramos llamarla/nos), sino para distanciarnos de ella (o sea, de nosotros mismos). En este sentido algunos creerán que este documental les aporta munición para hacer crecer ese mito patético de una España radial e imperialmente madrileña (o sea, muy pequeñita y cateta). Sin embargo, si se sabe entender, también está muy bien su contenido frente a todo eso. Y aún mejor el extraordinario y monumental libro titulado precisamente Ñamérica que acaba de publicar Martín Caparrós y que, por ejemplo, en el capítulo El continente inquieto plantea una mirada sobre estos temas bastante más matizada y atinada. O también Pensar en español, un libro más pequeñito pero muy sensato que ha publicado hace poco Reyes Mate. Y, para marcar distancias con esos curiosos americanistas ayusianos y voxeros que casi ponen tanto empeño en odiar a López Obrador como a Pedro Sánchez, no está de más leer también el estupendo artículo que Barnat Castany Prado publicó el pasado domingo en El País. Se titula "Esperando a los bárbaros".

sábado, 16 de octubre de 2021

El buen patrón

de Fernando León de Aranoa. España, 2021. 120.
16 de octubre de 2021. Cines Parqueastur, Corvera.

Básculas Blanco es una gran familia. Así lo cree Javier Blanco, el propietario de una fábrica de la que se siente el paterfamilias. Pero la cosa se complica en solo una semana. Un jefe de producción con problemas sentimentales, un empleado despedido que se atrinchera frente a la entrada y una becaria recién llegada a la que el patrón tratará como suele, harán que se desequilibre esta familia empresarial en la que no hay huelgas ni sindicatos.

La historia comienza un lunes, quizá también como homenaje a aquella memorable historia en la que Fernando León de Aranoa se consagró regalando a Javier Bardem el personaje de Santa. Aquel parado carismático tiene ahora su contrapunto en el empresario Blanco y por dos interpretaciones así Bardem tendría bien merecidos tres Goyas y cuatro Oscars. Y, si tanto gustó aquella historia gore sobre parásitos coreanos, no debería ser discutible que a León de Aranoa tendrían que darle por lo menos otro Oscar. El guión es perfecto, con escenas continuamente excelentes y con momentos (como el de la cena con la becaria en la casa del patrón) que deberían pasar al olimpo de los diálogos bien trabados. Pero el equilibrio de la película no está solo en lo perfecto, sutil, cautivador y agridulce de una historia que durante dos horas nos cuenta una semana y que se cierra con un plano final prodigioso que lo dice todo con nada. El equilibrio está también en el trabajo de Javier Bardem creando a ese patrón inconmensurable y en el del resto de un elenco prodigioso que está claro que no está en el otro plato de la balanza del cartel porque de ser así estaría tan equilibrada como las que vende Javier Blanco. Igual que consiguieron con Santa, Fernando León de Aranoa y Javier Bardem logran que nos sintamos de parte de este patrón que tampoco es bueno ni malo, porque es fácil empatizar con alguien cuyas fortalezas son evidentes y sus debilidades transparentes. Así que, reciba el Oscar o no, es un gustazo ir al cine y encontrarse con una película tan deliciosa que tiene maneras singulares y merecimientos de sobra para convertirse en clásico.

lunes, 11 de octubre de 2021

Las leyes de la frontera

de Daniel Monzón. España, 2021. 129.
11 de octubre de 2021. Cines Parqueastur, Corvera.

En un verano de mediados de los setenta un adolescente de Gerona conoce en los billares que frecuenta al Zarco y a la Tere. Ellos andan por el barrio chino y tienen unos colegas que tienen poco que ver con el mundo charnego de clase media en el que vive Ignacio, o el gafitas, como ellos le llaman. A él le gusta mucho la Tere y poco a poco se irá integrando en ese grupo que pasa de los pequeños trapicheos a los asaltos de farmacias y finalmente a atracar un banco.

El protagonista sería pocos años mayor que yo y su ciudad podría ser del mismo tamaño que la mía, así que reconozco perfectamente aquellos ambientes setenteros de futbolines, calles sucias y colegas. Daniel Monzón consigue retratarlos magníficamente con una ambientación impecable y un guión que nos devuelve a las formas de hablar y relacionarse de las familias, los colegas y hasta los maderos de aquellos tiempos. Otro de sus aciertos es haber evitado las caras conocidas apostando por intérpretes que hacen atractivamente creíbles a todos los personajes. Así que resulta fácil ver la historia desde el punto de vista de ese gafitas al que la Tere tiene cautivado (maravillas como ella eran las musas de aquel tiempo) y que tiene en el Zarco a la vez un guía, un modelo y un competidor. No sé si la película será exportable al mundo anglosajón (aunque creo que en Roma o en Buenos Aires la entenderán perfectamente), pero no tiene nada que envidiar a las producciones gringas sobre relaciones peligrosas en adolescencias pretéritas. Así que son ellos los que se perderían los matices de las diferentes clases de charnegos, de la gestualidad medio quinqui radicalmente ibérica y de esos garitos magníficamente recreados con una fotografía primorosa que hacen que uno casi añore por un momento el chandal naranja con rayas negras que también tuvo y hasta la mugre y los ruidos ferroviarios o moteros que formaban parte de la banda sonora de aquellos tiempos.

domingo, 10 de octubre de 2021

Madres paralelas

de Pedro Almodóvar. España, 2021. 123.
9 de octubre de 2021. Cines Parqueastur, Corvera.

Dos mujeres comparten habitación cuando van a dar a luz. Las dos serán madres solteras con actitudes muy distintas hacia la maternidad. La que la deseaba sabrá después que en el hospital les cambiaron a sus bebés y la que no la deseaba perderá a su hija (que en realidad no lo era) por muerte súbita. Después la otra la contrata como niñera de su hija (en realidad, de la contratada) y las dos se hacen amantes. La madre contratante también tiene otros afanes relacionados con la memoria histórica y las fosas. Y ahí entra en la historia un antropólogo forense que no quiso ser padre y que acabó por no serlo.

Los gestos de estas madres a las que se les cae la baba con sus bebés son lo mejor de una película que apenas tiene nada bueno. Madres paralelas es un pupurri de temas que no consiguen estar ni entreverados ni yuxtapuestos. El todo aquí no es más que la suma de las partes sino menos. Y eso que las partes dan bien poco de si. Lo mismo que esas madres paralelas que a veces parecen solo lelas. Sobre todo porque muestran una visión absorbente de la maternidad (los padres ni están ni se les espera) en la que para criar a cada bebé no haría falta una tribu pero sí tres mujeres. Como mínimo.

jueves, 7 de octubre de 2021

Ane

de David P. Sañudo. España, 2020. 100.
7 de octubre de 2021. Casa de la Cultura, XX Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés. V.O.S.

A punto de cumplir 18 años Ane desaparece unos días. Ella es una adolescente radical vasca que participa activamente en las movilizaciones contra las obras del tren de alta velocidad que está llevando a cabo la empresa en la que trabaja su madre. Los problemas entre ellas no terminarán cuando Ane por fin aparezca.

Una madre encorajinada y una hija que no se queda atrás. El padre vive con la abuela y pinta bastante menos en todo esto. La interpretación de Patricia López Arnaiz en el papel de esa madre intensísima es realmente soberbia. Muy adecuada para esta historia desasosegante que nos devuelve a los tiempos en que Jarrai y la Kale borroka estaban a diario en los informativos. Pero aunque todos los personajes son euskaldunes y hay que darse prisa para leer los subtítulos, el centro de gravedad de la historia no me parece que sea lo sociopolítico. Al menos a mi me interesa más esa exasperante relación familiar. Sobre todo la que hay entre esa hija y esa madre que son capaces de hacerse mucho daño y de sentirse culpables por habérselo hecho.

miércoles, 6 de octubre de 2021

Amigo

de Óscar Martín. España, 2019. 85.
6 de octubre de 2021. Casa de la Cultura, XX Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés.

David se lleva a su casa en la sierra a su amigo Javi que ha quedado parapléjico tras un accidente. Sus atenciones son al principio casi agobiantes. Pero luego la relación entre los dos se va haciendo más complicada y hasta peligrosa.

Escenas muy cortas con una cadencia bien medida. Pantallas que reflejan o motivan los recelos de los dos. Interiores añejos en una casa de campo magníficamente ambientada. Un invierno serrano que mete el frío hasta en el cuerpo del espectador. Y dos actores que componen una pareja en la que el desvalido lo es en grado extremo y el que cuida genera desconfianza. No es una película de terror, ni un retrato intimista, ni una comedia gore. Es un artefacto inclasificable que atrae y sorprende por igual.

Kursk

de Thomas Vinterberg. Bélgica, 2018. 117.
6 de octubre de 2021. Casa de la Cultura, XX Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés. V.O.S.

La tragedia del submarino ruso Kursk desde dentro y desde fuera. Desde lo que pudieron sufrir aquellos marineros que lucharon por sobrevivir bajo las aguas y desde el dolor de sus familias por la desidia de las autoridades rusas que dejaron pasar demasiado tiempo antes de aceptar la ayuda de otros países.

Thomas Vinterberg dirige esta película que tiene muy poco que ver con su cine. Que conozcamos de antemano el triste final de la historia hace aún más angustioso contemplar el empeño de aquellos hombres por sobrevivir. La crítica al papel de los militares rusos resulta obvia y no aporta tanto a la película como las escenas bajo el océano. 

martes, 5 de octubre de 2021

Los peces rojos

de José Antonio Nieves Conde. España, 1955. 93.
5 de octubre de 2021. Casa de la Cultura, XX Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés.

Un escritor y una corista llegan a un hotel de Gijón con el hijo del primero. Es una noche de tormenta y quieren ver la tempestad. Sin embargo,  del Cerro de Santa Catalina regresan sin el joven. Realmente él es el personaje más importante porque está a punto de heredar más de tres millones de pesetas. Aparentemente.

Los decorados son de Gil Parrondo y tanto esta sesión del Certamen como la Cátedra de cine que está naciendo en Avilés quieren rendirle homenaje en su centenario. Antes de la proyección su hija ha repasado muy oportunamente su trayectoria. Luego José Ángel Lázaro ha presentado la película haciéndolo tan bien como acostumbra. La ha comparado con las de Hitchcock y creo que no ha exagerado. De hecho, pocas veces un fuera de campo tan radical (nunca vemos al hijo) ha estado tan bien planteado y ha sido tan oportuno. Los peces rojos es una historia de celos, de suspense y también un juego sobre cuánto puede llegar a afectar a la realidad la creación literaria. Una estupenda película que se une, por tanto, a esa nutrida  serie de largometrajes del cine español que nunca han tenido la difusión que merecen y que bien podrían haberse convertido en grandes clásicos. Para esto sirve también cada año la excelente programación que nos propone José Ángel Lázaro en este certamen.

lunes, 4 de octubre de 2021

La hija de alguien

de Marcel Alcántara, Andrea Aliaga, Laura Borrego Madrona, Jordi Carol, Júlia De Paz Solvas, Sara Fantova, Guillem Gallego, Celia Giraldo, Alejandro Marin, Júlia Mercader Bayle, Valentin Moulias, Marta Romero, Gerard Vidal, Pol Vidal, Enric Vilageliu, Carlos Villafaina. España, 2019. 67.
4 de octubre de 2021. Casa de la Cultura, XX Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés. V.O.S.

Eli es abogada y comparte bufete con su padre. De vuelta en Barcelona le espera un caso importante y muy mediático. Su padre debería haber asistido a la audiencia de esa mañana pero no aparece ni responde al teléfono. Ella, embarazada de siete meses, intenta averiguar durante el resto del día qué ha sido de él.

Un día intensísimo al lado de esta joven abogada que busca a su padre. La cámara la acompaña continuamente en un periplo en el que la tensión es tan creciente como la incertidumbre sobre los motivos de la desaparición de ese hombre. La hija de alguien tiene la fuerza y el estilo propios de una magnífica ópera prima que bien podría descubrirnos a un cineasta muy prometedor. Pero la han dirigido dieciséis alumnos de la vigésima promoción de la ESCAC y uno se pregunta cómo es eso posible. No que una película tan estupenda como esta sea un trabajo fin de estudios (en Barcelona ya nos tienen acostumbrados a ello) sino que su autoría pueda ser tan coral. Así que ha sido un magnífico cierre a esta primera jornada efectiva de la también vigésima edición del Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés en el que hemos podido ver esta tarde los de la sección oficial. El nivel general es bastante bueno y me han gustado especialmente Distancias, Farrucas, Quebrantos, El monstruo invisible, Loca y Volvemos en 5 minutos.

domingo, 3 de octubre de 2021

The cove

de Louie Psihoyos. EE.UU., 2009. 92.
3 de octubre de 2021. Casa de la Cultura, XX Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés. V.O.S.

El que cuidaba a Flipper se dio cuenta un día de que lo mejor para los delfines era estar en libertad. Compartiendo esa sensibilidad se moviliza un buen número de personas para filmar y denunciar las matanzas anuales de más de 20.000 delfines en la ensenada de Taiji en Japón. Activismo comprometido con la defensa de los océanos y los cetáceos.

Comienza el Certamen Nacional de Cortometrajes (y la Muestra Internacional de Largometrajes) con este documental que se proyecta en una jornada dedicada a temas ambientales. The cove es cine de denuncia con un formato entre el documental y el activismo de guerrilla. Las imágenes robadas de la matanza de los delfines son sobrecogedoras y, desde luego, debieron servir para remover muchas conciencias. Sin embargo, la cadencia del relato y la forma en que se intercalan declaraciones con imágenes en la costa de Taiji no resulta especialmente original.

viernes, 1 de octubre de 2021

Mediterráneo

de Marcel Barrena. España, 2021. 100.
1 de octubre de 2021. Cines Parqueastur, Corvera.

Òscar tiene una empresa de socorristas de playa en Badalona. Impresionado por la imagen de Aylan, el niño ahogado en las costas de Turquía, decide ir a Lesbos para ayudar en el rescate de los refugiados que están llegando a la isla. Al principio solo le acompaña Gerard. Luego llegarán con más medios su hija y también Nico, el administrador de la empresa. El trabajo que tendrán los cuatro en aquellos primeros meses será inmenso. Así nació Proactiva Open Arms.

A veces hay que presentar la realidad de forma ficcionada para que se comprenda. Maixabel y Mediterráneo son buena prueba de ello. El riesgo de las películas que tratan temas como estos es muy grande. Porque es difícil hacerlo bien y porque hacerlo mal perjudica no solo a la película sino a la causa que se defiende. Pero Icíar Bollaín y Marcel Barrena han asumido y superado con mucho éxito esos riesgos. Sus películas serían cine mayúsculo aunque las historias que cuentan no tuvieran nada que ver con la realidad. Por eso son tan conmovedores los nudos en la garganta que las dos provocan sin abusar nunca del efectismo, sin caer en el panfleto y construyendo unas relatos muy potentes que, además, tienen el valor añadido de basarse en hechos reales. Los devotos de Eduard Fernández (y Sergi López) disfrutamos lo indecible con el brío con que los dos encarnan esos papeles tan heroicos. Pero también da gusto ver a Anna Castillo y Dani Rovira y a los actores griegos. Y también a los refugiados que han colaborado en esta película trepidante que resulta muy entretenida para cualquier público. Pero Mediterráneo es también la reivindicación de que los individuos tenemos responsabilidades en la historia. En nuestra pequeña historia cotidiana y a veces también en la que afecta a muchos otros. Òscar Camps lo tuvo claro y así nació Proactiva Open Arms, una ONG que solo tiene un defecto: el nombre. Además de lo mal que concuerdan la maravillosa primera palabra con las otras dos, uno piensa que el inglés no merece que para tantos miles de refugiados esas dos palabras signifiquen para siempre lo mismo que ángel de la guarda. Brazos abiertos, braços oberts o abraçades tendrían la ventaja de no usar la lengua en la que se deciden tantas guerras. Pero el barco de Òscar Camps también podría llamarse muy merecidamente Mare nostrum o simplemente Mediterráneo. Como esta hermosa película.