domingo, 31 de mayo de 2020

Forman vs. Forman

de Jakub Hejna y Helena Trestikova . República Checa, 2019. 77.
31 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Desde la Checoslovaquia comunista hasta Hollywood. Desde tener que lidiar con la censura por Los amores de una rubia o ¡Al fuego, bomberos! hasta recibir sendos Oscar por Alguien voló sobre el nido del cuco y Amadeus. Forman vs. Forman es un (auto)rretrato de un cineasta que habla de su vida y de su obra. Pero también es un repaso al último tercio del siglo XX antes y después de que se levantara aquel terrible telón de acero.

Siempre da gusto ver películas sobre grandes directores: Hitchcock, Truffaut, Buñuel, Lynch, Martín Patino, Saura, Fellini, Erice, Tarkovski... Y ahora Milos Forman también tiene la suya. Una buena ocasión para escucharle hablar de su cine y también del mundo que le tocó vivir. Una peripecia biografía en la que no salió malparado y en la que tuvo compañeros de viaje tan interesantes como Václav Havel. No ha sido mala forma de cerrar un festival que ha decidido mantenerse en estos tiempos de confinamiento y que, tras la gratísima experiencia anterior del D'A Film Festival, nos ha permitido sentirnos casi en Barcelona a través de Filmin.  En estos trece días he podido ver todos los largometrajes del festival y, entre las películas que no han recibido ningún premio, me han gustado mucho Winter Journey, Lea Tsemel: Advocate y Zona árida. Sí están en el palmarés y también me han gustado mucho Solo, El gran viaje al país más pequeño, Il varco (quizá, con Winter Journey, lo mejor del festival) y Overseas. También han sido premiadas y están bien The letter y Sans frapper. Sin embargo el premio mayor lo ha obtenido Faith, una bobada que solo se sostiene por su cuidada fotografía en blanco y negro. Qué le vamos a hacer. Ya iba a ser raro que un festival y yo fuéramos a estar de acuerdo en todos los premios. Pero me encanta este DocsBarcelona y si no resulta posible lo ideal (que sería estar la próxima  primavera en el CCCB) no será mala alternativa para los que vivimos fuera de Barcelona poder seguirlo otra vez en Filmin. Ha sido un gustazo poder hacerlo este año.

sábado, 30 de mayo de 2020

Sans frapper

de Alexe Poukine. Bélgica, 2019. 90.
30 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Testimonios corales de una violación que al principio no se lo parecía a quien la sufrió. Podría llamarse Ada y los hechos estar recogidos en un texto. Quienes nos los cuentan y comentan son unas mujeres que hablan de esa intimidad primero aceptada y luego impuesta en la que una relación sexual deviene en violación.

No todas las violaciones son tan imprevistas ni salvajes como las de las manadas y las jaurías. A veces las fronteras entre el sexo cómplice, consentido o impuesto no es tan nítida. Sobre todo si quien lo sufre no lo espera ni parece propio de quien lo hace. De eso trata este documental basado en testimonios que también son borrosos. Las mujeres que hablan tienen una sinceridad que uno no sabe si es la propia de unas buenas actrices, de unas mujeres que empatizan con esa Ada a lo que no vemos, o de otras víctimas de los hechos contados y analizados en esta película, que es a la vez catártica y reflexiva. La forma y el contenido son, por tanto, coherentes. Y ambos están muy atentos a esos matices que a veces hacen difícil reconocer el mal. Hasta que se sufre.

Faith

de Valentina Pedicini. Italia, 2019. 94.
30 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

En un caserón italiano con muy buena pinta, una especie de comunidad sectaria lleva veinte años haciendo gimnasia y endureciendo sus cuerpos no se sabe muy bien para qué. Son hombres y mujeres, y también hay algunos niños, que viven con unas reglas que entendemos solo a medias y cuyo fundamento o propósito se nos escapan.

Todos son tirando a guapos y tienen una intimidad tan afable (sobre todo con el líder) como duro es el entrenamiento de sus cuerpos. El blanco y negro, los encuadres, el vestuario marcial y la fotografía teatral hacen que no sea ingrato ver esta película. Pero hay poco que escuchar que merezca la pena de este grupo humano del que pronto deja de interesar el por qué y el para qué de todo lo que hacen.

viernes, 29 de mayo de 2020

The magic life of V

de Tonislav Hristov. Finlandia, 2019. 82.
30 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Veera disfruta participando en complejos juegos de rol. Al principio no sabemos que se trata de eso, pero poco a poco vamos conociendo la forma en que ella se libera de sus cargas familiares. La de un hermano discapacitado al que quiere y que, igual que ella, fue maltratado por un padre al que hacer el mal le parecía inevitable.

Extraña al comienzo y triste al final. Los juegos de rol más sofisticados parecen tener poco que ver con el estigma de unos malos tratos que marcaron de por vida a esta chica y a su hermano. Los fríos paisajes finlandeses armonizan bien con esta película extraña que no es intimista ni lúdica. O sí.

Overseas

de Sung-A Yoon. Bélgica, 2019. 90.
29 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Mujeres filipinas se preparan para trabajar como empleadas de hogar. No. Más bien como sirvientas. No. Más bien como esclavas. Su destino puede estar en los países del Golfo o en los de los nuevos ricos asiáticos. Pero  parece que en todos ellos les esperan unas durísimas condiciones de vida para las que deben prepararse. Por eso van ensayando en una academia situaciones en las que el maltrato y la explotación resultan surrealistas como simulaciones pero anticipan los tratos aberrantes que pueden sufrir en los próximos años. Todas son un cielo y muestran esa camaradería bondadosa propia de las gentes sencillas, de las jóvenes y de las mujeres. Así que cuando la película termina y su viaje comienza, uno les desaría lo mejor a todas ellas. Y lo peor a esos canallas domésticos que son capaces de tratarlas mal.

Tengo debilidad por Filipinas y por su cine. La culpa es de Brillante Mendoza y de unas gentes que viven en un paisaje hermosísimo y tienen esa lengua en la que, en medio de ese torrente de expresiones impronunciables, saltan como diamantes las palabras con que nombramos los colores, los tiempos o a los santos en nuestra lengua. Overseas es una denuncia de un mal que siempre queda en fuera de campo. De hecho, además de temerlo es posible ironizar sobre él en este amable lugar de entrenamientos en el que se las prepara para resistir. Overseas es una película a la vez deliciosa y enervante. Una denuncia nada tópica de lo que espera a esas nadies bondadosas que mandarán  divisas a un país que, aunque no le guste al descerebrado sádico que ahora es su presidente, sigue teniendo un nombre español.

jueves, 28 de mayo de 2020

Zona árida

de Fernanda Pessoa. Brasil, 2019. 76.
28 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Hace quince años Fernanda Pessoa tenía quince años. Entonces pasó un curso escolar en Mesa, un pueblo de Arizona con gentes más que conservadoras. Por primera vez esta brasileña blanca, urbana y de familia bien supo lo que era ser latina en tierra hostil.

El formato es el de una carta que la Fernanda actual le manda desde Arizona a la Fernanda quinceañera. Ha vuelto allí para encontrarse con las personas que conoció entonces y comprobar que su perplejidad de adolescente estaba más que justificada. Fotografías de aquella estancia y declaraciones actuales se intercalan en este documental que es mucho más que un magnífico dialogo intergeneracional en primera persona. Es un retrato espléndido y muy bien armado acerca de (lo peor de) la cultura norteamericana no canadiense ni mexicana. Sobre ese país sin complejos que se autodenomina América, en cuyas casas hay más armas que gente y en el que muchos piensan que el mundo tiene ombligo e idioma. El idioma sería el inglés y el ombligo, antes que en Delfos, podría estar en Arizona.

La nova escola

de Ventura Durall. España, 2020. 85.
28 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés.
 

481 escuelas e institutos catalanes decidieron participar entre 2016 y 2019 en el proyecto Escola Nova 21, una red por el cambio educativo que pretende demostrar que otra escuela es posible y generar un impulso compartido para hacerla real en el conjunto de la red escolar. El proyecto no es vertical, tampoco se enfrenta a la administración educativa. Más bien pretende generar las condiciones para la superación de esas inercias que impiden que sean mayoritarias otras formas de educar. 

Quien lea mi blog de educación intuirá mi afinidad con los planteamientos educativos recogidos en este documental que se estrena en esta edición del DocsBarcelona. Durante este curso he coordinado un grupo de trabajo sobre competencias educativas cuyas reuniones quedaron truncadas por el confinamiento. Así que en estos dos últimos meses organizamos unos ciclos de cine de temática educativa con foros sobre cada película en la sala de profesores virtual del campus Moodle de nuestro centro. No ha sido lo mismo que reunirnos en el instituto o ver juntos las películas en una sala pero, a juzgar por los comentarios en los foros, la experiencia no ha estado nada mal. Conducta de Ernesto Daranas, La hora de los deberes de Ludovic Vieuille, Piratas y libélulas de Isabel de Ocampo, Cinco días para bailar de Rafael Molés y Pepe Andreu, Bienvenidos de Javier Fesser y La educación prohibida de Germán Doin fueron las seis películas vistas y comentadas en estas últimas semanas. Y creo que han tenido más relevancia para la sensibilización y formación docente que muchas charlas o seminarios. Algo de eso comentaba hace algún tiempo en un artículo que titulé Los ojos de la escuela donde proponía sustituir el tedio y la inutilidad de tantas reuniones de claustros por el visionado de películas como esas. Y en estos días en que hasta las evaluaciones se hacen con ventanas digitales que secuestran nuestros apellidos (ya escribiré sobre eso) no estaría mal que, siguiendo el ejemplo del Teatro de la Abadía, los docentes confinados viéramos más teatro y más cine. Por ejemplo, La nova escola. Las lecciones que de ella se pueden sacar tienen mucho que ver con cosas de las que hablo muchas veces. Que hay que superar la disciplina de las disciplinas, que el centro debe estar siempre en el centro o que para recuperar el alma del aula hay que trascender sus paredes.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Salka en la tierra de nadie

de Xavi Herrero. España, 2019. 67.
27 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés.
 

Salka protagoniza este viaje por el borde del desierto de Mauritania pero apenas la vemos. Casi todos los planos son de y desde un inmenso tren granelero que recorre esas tierras de aspereza extrema mientras escuchamos poemas anónimos de los tuaregs cuyo tema es el desierto

Una película casi abstracta. El tren, el desierto y los sonidos son las claves de un documental que se ve con agrado durante un rato pero que nos acaba haciendo entender lo duro y pesado que puede ser un viaje tan largo sobre un vagón lleno de mineral mientras se cruza cerca de ese desierto. Imágenes impresionantes, pero relato menos que mínimo.

El viaje de Monalisa

de Nicole Costa. Chile, 2019. 92.
27 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés.
 

Iván es un chileno que lleva muchas años en Nueva York. A su amiga Nicole no la ha vuelto a ver desde la época universitaria en que estudiaban teatro. Ahora ella ha llegado a Nueva York y le llama para verlo. Luego tendrán muchos encuentros con la cámara de por medio en los que Iván le mostrará su doble espíritu, masculino y femenino, que hace que Iván también sea Monalisa. Las intensas vivencias de la noche y su doble identidad formaran parte de un libro que publica mientras Nicole filma esta película.

La personalidad intensa y atractiva de Iván Monalisa es la clave de esta película que está filmada y montaba con agilidad y coherencia. Seguramente podría formar parte de la programación de muchos festivales LGTBI aunque la sigla a la que se adscribiría el protagonista sea lo de menos. También para ella.

martes, 26 de mayo de 2020

Lea Tsemel. Advocate

de Rachel Leah Jones y Philippe Bellaiche. Israel, 2019. 110.
26 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Lea Tsemel es judía y abogada de palestinos. Mientras se filma este documental lo es de un chico de trece años que se enfrenta a graves cargos por llevar un cuchillo con un amigo que resultó muerto por los disparos de la policía tras usar el suyo contra israelíes en la calle. Lea tiene mucho carácter y nada de miedo. Es un ejemplo de que también en Israel hay personas que defienden los derechos de esos a los que sus compatriotas consideran enemigos del país.

Un caso del presente y una recapitulación de la vida de esta abogada comprometida se combinan espléndidamente en esta película que da gusto ver por el coraje de la protagonista y por su capacidad para seguir defendiendo los derechos de los palestinos aunque sea en el lugar más hostil. Es un documental pero casi parece una de esas buenas ficciones sobre abogados y juicios. Quizá sea por su capacidad para no seguir el camino fácil, pero Lea Tsemel me parece una mujer ejemplar con una coherencia y tenacidad mas que notables.

Winter Journey

de Anders Østergaard. Dinamarca, 2019. 90.
26 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

El padre de Martin Goldsmith vive en Arizona pero es alemán y judío. Martín filma los encuentros que tiene con él para conocer cómo era su vida antes de que llegara con su madre a Estados Unidos huyendo de los nazis. Él y ella formaban parte de una orquesta judía tolerada por los nazis hasta que empezó la guerra.

La última película protagonizada por Bruno Ganz es memorable. Es documental porque la historia es real y la forma de contarla se corresponde con el género, Pero también es una ficción magnífica que nos regala la última interpretación de este gran actor que aporta la máxima verdad a los diálogos entre ese anciano y su hijo acerca de lo vivido en los años treinta en Alemania. Con Il Varco es lo mejor que he visto en este festival y, además del tema, hay otros parentescos como la magnífica manera de integrar las imágenes históricas en el relato. Espero que esta estupenda película se estrene en las salas de cine y pueda disfrutar mucha gente de este magnífico testamento cinematográfico del gran Bruno Ganz.

Suspensión

de Simón Uribe. Colombia, 2019. 72.
25 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés.
 

En medio de una bellísima selva en el sur de Colombia dos poblaciones solo están unidas por una vieja carretera en la que las avenidas de tierra y agua han sepultado a decenas de personas. Tras muchos años se emprenden las obras de un espectacular viaducto ideado para resolver definitivamente el problema. Sin embargo, cuando se termina el dinero, la obra queda inacabada y las inmensas estructuras de hormigón que no conducen a ningún sitio solo servirán para que pasee la gente.

Lo indómito de los paisajes y su belleza radical hacen cautivadora la película. No hay subrayados, tan solo algunas declaraciones que nos permiten entender los dramas que han vivido los lugareños por ese duro aislamiento. Suspensión muestra la tenacidad de volver una y otra vez al mismo lugar durante varios años para contarnos en poco más de una hora los cambios de un paisaje en el que el hormigón parece alienígena y finalmente espectral.

lunes, 25 de mayo de 2020

Vivos

de Ai Weiwei . Alemania, 2020. 112.
25 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

En 2014 un violento ataque contra estudiantes del Colegio de Maestros Rurales en la ciudad de Iguala causó seis muertos y cuarenta y tres desaparecidos. Sus familias los reclaman desde entonces con un lema que ha dado la vuelta al mundo: "Vivos los llevaron, vivos los queremos". El gobierno de México quiso cerrar pronto un caso en el que nunca aparecieron los cuerpos. Quizá porque los responsables de aquello no fueron solo grupos rivales de narcotraficantes.

La película tiene dos tiempos. El primero, el de la contemplación de la vida cotidiana de esas diez familias de jóvenes desaparecidos que dejan entrar la cámara en sus casas y hablan con emotiva sinceridad. El ritmo de los planos y el sosiego del relato es entonces perfecto y, aunque la tragedia siempre queda en fuera de campo, uno entiende muy bien la magnitud de ese duelo compartido pero no cerrado. En el otro tiempo de la película se habla mucho en inglés y declaran frente a la cámara expertos, investigadores y activistas comprometidos con los Derechos Humanos. Sin embargo, esa parte aporta poco a la comprensión del caso y nos aleja de su drama humano. Me quedo con las escenas más humildes y más próximas. Esas en las que vemos los hogares de los seres queridos de aquellos jóvenes que nunca volvieron a casa.

domingo, 24 de mayo de 2020

Il varco

de Federico Ferrone y Michele Manzolini . Italia, 2019. 70.
24 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

En el verano de 1941 soldados italianos son llevados a Ucrania para ayudar a los nazis en el frente ruso. Uno de ellos, que había sufrido lo indecible en Etiopía, es reclutado otra vez porque es hijo de rusa y podría servir de intérprete. Escuchamos sus soliloquios poéticos mientras vemos lo que podría haber contemplado desde un tren que atraviesa Europa. Cuando el viaje se acerca a su destino vamos sintiendo el desasosiego que inspiran esos paisajes nórdicos a los que va llegando el invierno y en los que es fácil comprender por qué tantos soldados desertaron.

Una joya compuesta de imágenes reales de la época magníficamente hilvanadas con las reflexiones de ese soldado. Por el tema me ha hecho pensar en Los girasoles de Vittorio de Sica. Y, por la forma de unir un texto perfecto con unas imágenes que embelesan, me ha recordado también a Cartas de la guerra, la singular película en blanco y negro de Ivo Ferreira. Il Varco es, por tanto, una obra extraordinaria. Una joya que debería verse en muchos cines (supongo que estará en El Documental del Mes) y que merecerá ser premiada en este festival.

The letter

de Christopher King, Maia Lekow. Kenia, 2020. 84.
24 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Karisa vuelve desde Mombasa al pueblo en que se crió para ayudar a su abuela. Allí la están acusando de brujería y su vida podría correr peligro. Los intereses de algunos y las supersticiones de muchos hacen que la mujer viva condenada a un ostracismo del que solo la protegen su nieto y sus hijas.

La actitud de la anciana es lo mejor de la película. Flemática, tenaz y con un punto irónico, la buena mujer es capaz de soportar con paciencia una presión que para cualquiera sería terrorífica. Y es que el peligro está cerca y los machetes podrían llegar cualquier noche. Pero la película no es tensa ni enfática. De hecho, uno reprocharía al nieto no actuar con un poco más de carácter. Las tremendas supersticiones que amenazan la vida de esa abuela apacible hacen que uno se acuerde de los libros de Marvin Harris (Vacas, cerdos, guerras y brujas, Caníbales y reyes...) Aunque, en eso de encontrar chivos expiatorios a quienes culpar de todo e intentar destruirlos, esa aldea de Kenia no parece estar tan lejos de España. La irracionalidad contagiosa y la tenacidad interesada vienen ser las mismas que las de nuestros inquisidores nacionales que no dejan de acusar y acosar y acusar a sus adversarios políticos por todos los males. No estamos en la Edad Media pero, viendo la forma en que algunos blanden aquí las banderas, bien lo parece.

sábado, 23 de mayo de 2020

Constel-lació Comelade

de Luis Ortas. España, 2019. 91.
23 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés.
 

Pascal Comelade es un músico singular. Reniega del academicismo de conservatorio. Es tenaz pero también intuitivo. Es francés pero también catalán. Y todos hablan muy bien de él.

Inclasificable y temperamental. Así es este músico que es amigo y comparte sintonía con Pau Riba, Jaume Sisa o Miquel Barceló. Ellos hablan de la constelación Comelade y están encantados de ser sus colegas. O de hacer cosas tan magníficas con él como esa actuación pictóricomusical en la que los sonidos magnéticos de Comelade se fundieron con la pintura efímera del gran Barceló en una tarde que debió ser magnífica para quienes pudieron vivirla en el patio del Fonseca. Constel-lació Comelade es un documental que da gusto ver y una magnífica invitación a su música.

Perros del espacio

de Elsa Kremser y Levin Peter. Austria, 2019. 91.
22 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

La perra Laika fue la primera que orbitó sobre la Tierra. Como los otros perros que la siguieron, venía de vagar por las calles de Moscú. Vemos imágenes de aquellos tiempos tempranos de la carrera espacial pero sobre todo acompañamos por las calles de Moscú a otros perros callejeros. 

Etología cósmica, urbana y poética. Una voz comenta muy pocas veces (pero muy oportunamente) algunas de las imágenes. La mayor parte del tiempo la cámara se acerca a una vida de perros poniéndonos a su altura. De hecho, nos hace sufrir cuando no aparta la mirada de las terribles perrerías en el encuentro con el un gato. Pero esa violencia de la vida salvaje en la ciudad acabará por parecernos menos dura que las imágenes históricas de lo que se hacía con los perros que viajaron al espacio. Seguramente la tradición de la reflexología soviética y las habilidades para someter a torturas científicas los cuerpos de los perros favoreció que esa fuera la especie elegida para convertirse en astronauta. Perros del espacio no es una película amable pero, más allá de lo etológico, tiene componentes poéticos. Y no solo en las partes espaciales tan bien comentadas a propósito de la tortuga que de acercó a la Luna. También en la contemplación de esos vagabundos audaces que deambulan a su aire en las noches moscovitas.

viernes, 22 de mayo de 2020

El gran viaje al país pequeño

de Mariana Viñoles. Uruguay, 2019. 106.
22 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Un grupo de refugiados sirios son acogidos en Uruguay. Vienen del Líbano donde no los han tratado muy bien. Sin embargo, tardarán bastante tiempo en aceptar que su lugar en el mundo podría estar en el Río de la Plata.  

Mariana Viñoles tiene mucho mérito. No solo por hacer un documental estupendo en el que acompaña a esta familia durante varios años, sino por perseverar cuando las cosas discurren por derroteros imprevistos. Al primer grupo de sirios que llegó al Uruguay los recibió en el aeropuerto de Carrasco nada menos que el gran José Mujica. Lo primero que les dijo es que se integraran, que no vivieran como si Uruguay fuera a ser para ellos solo un lugar de paso. Pero no le entendieron o no le quisieron hacer ningún caso. Desde el comienzo renegaban de todo y, viéndolos hablar mal del país que los acogió, se hace difícil mantaner la empatía que inspiran los refugiados a cualquier persona decente. Por eso digo que Mariana Viñoles tiene mucho mérito, porque no nos lo oculta ni tampoco tira la toalla. Sigue visitándolos cada poco con su cámara y mostrándonos que a medida que van aprendiendo nuestra lengua se van desprendiendo de prejuicios. Y es que recibir asilo tras huir de la guerra o la miseria no es un privilegio que solo merecen quienes no se quejan y muestran agradecimiento. Hasta los que caerían mal a cualquiera también tienen ese derecho. Lo bueno es que, además de hacernos pensar en esto, Mariana Viñoles nos da (y les da) el tiempo suficiente para que podamos conocerlos y entenderlos. Y es que el roce hace el cariño y solo hay que dar tiempo al tiempo.

Olliver Hawk

de Arthur Franck. Finlandia, 2019. 72.
22 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Olliver Hawk fue un famoso hipnotizador finlandés que tuvo mucho éxito en los tiempos de la Guerra Fría. Y Urho Kekkonen fue el presidente del país entre 1956 hasta 1982, más de un cuarto de siglo. Parece que los dos supieron cómo hipnotizar a los finlandeses.

Dos personajes curiosos y no por nórdicos menos exóticos. El paralelismo en sus cualidades y en su relación con los finlandeses no debió ser solo metafórico. Eso es lo que parece en este documental que viene a ser una compilación de imágenes televisivas bastante sugerentes.

jueves, 21 de mayo de 2020

Songs of repression

de Marianne Hougen-Moraga y Estephan Wagner. Dinamarca, 2020. 90.
21 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Una comunidad, irónicamente llamada Colonia Dignidad (ahora Villa Baviera), en la que solo se habla alemán. Fue fundada en 1961 por el exmilitar Paul Schäfer y en ella se practicaron durante años todo tipo de violaciones y sometimientos propios de la peor secta religiosa. En la época de la dictadura fue también lugar de detenciones y torturas de chilenos. Ahora los alemanes que siguen allí no acaban de saber cómo deben asumir un pasado en el que fueron víctimas y cómplices de actos terribles.

Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo. Lo decía Wittgenstein en el Tractatus y creo que lo refleja este documental sobre una gentes  que, en un lugar tan maravilloso como Chile, viven confinadas fuera del mundo y hablando solo alemán. En Paraguay he visto comunidades que solo hablan alemán o japonés en lugares no lejanos de los que fueron escenario de aquellas misiones jesuíticas de las que, quienes hablamos esta lengua, deberíamos sentirnos orgullosos por ser de los pocos sitios en el mundo en los que una lengua y una cultura grande supo respetar y preservar la lengua y la forma de ver el mundo de unas gentes que aspiraban a vivir nada menos que en la Tierra sin Mal. Aquellos guaraníes que hablaban una lengua maravillosa y poética, y a los que los jesuitas regalaron el don de la escritura que les permitió perpetuarla, son la antítesis de esa comunidad en la que hace casi sesenta años unos alemanes sembraron la semilla del mal. Vemos ahora a sus descendientes manteniendo su aislamiento y sin saber negociar aún con una memoria histórica que ha convertido su tierra en destino turístico para germanófilos y lugar de ignominia para quienes sufrieron la complicidad de aquellos alemanes en la época de Pinochet. Viendo los atuendos de los militares chilenos y recordando aquellas imágenes tremendas que vi de niño cuando el augusto canalla vino a España para asistir al funeral de su colega, no me extraña que lo peor de la historia alemana haya mancillado paraísos buscando refugio en América.

¿Puedes oírme?

de Pedro Ballesteros. España, 2020. 75.
21 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés.
 

Acompañamos a Jaume Plensa a ver sus obras. Es como si un amigo nos fuera comentando sus impresiones cuando ve cómo toman forma en su inmenso taller y cómo las encuentra cuando vuelve a verlas en los lugares más oportunos de Canadá, Francia, Suecia, Japón o España. Y también qué siente cuando imagina cómo quedará su último trabajo en un rascacielos o cuando contempla cómo se instala y cómo es recibido por los ciudadanos de Nueva York.

A mi juicio las obras de Plensa expresan lo mejor de lo humano: la inmediatez de la presencia corpórea y la evocación infinita que hace posible el lenguaje. Plensa no decora espacios públicos. Los humaniza haciéndolos habitables para la belleza y propicios para la reflexión alegre de cualquiera. Acompañarlo en este viaje por lugares diversos, que él ha hecho más públicos y armoniosos, es una delicia de hora y cuarto que será fácil recordar como si hubiéramos paseado con él por el mundo. Porque Plensa no imparte lecciones a la cámara ni enfatiza el valor de sus obras. Solo nos ayuda a disfrutarlas como un buen amigo que las quiere y sabe acariciarlas con las manos, con los ojos y con las palabras. El artista en el que se inspiraba Jaime Rosales en su magnífica Petra también era catalán pero creo que no era Plensa. Algunos escultores y artistas plásticos han aspirado a hacer filosofía con obras que obligan a la hermenéutica. Plensa también la hace pero con la cordialidad de quien sabe que la mejor filosofía tiene que ver con la poesía y no rehúye la belleza.

Incendios. Más allá del teatro

de Alex Peña. España, 2020. 30.
21 de mayo de 2020. Teatro de La Abadía (teatro confinado). Madrid (virtual).
 

Vemos la obra de Wajdi Mouawad que dirigió Mario Gas desde el punto de vista de sus intérpretes. Asistimos entre cajas a los momentos previos a una función en Valencia. A las entradas de los actores y actrices y también a las emocionadas y emocionantes palabras de quienes hicieron posible aquella experiencia incomparable. Lo fue para quienes la crearon. Lo fue para quienes la contemplamos fascinados en los teatros. Y lo ha sido para quienes hemos vismo esta tarde este magnífico documental.

Estas semanas habrían sido muy distintas sin las propuestas escénicas confinadas que hemos visto en el Teatro de la Abadía (en mi blog de teatro están las reseñas). Y esta tarde el mejor teatro se hace cine de la mano de un documental que hemos podido disfrutar en directo más de noventa personas. La obra de Wajdi Muawad (y el resto de la tetralogía que acompaña a Incendios) es tan superlativa e intemporal como las mejores tragedias griegas. Nuria Espert dice en este documental que es de las mejores obras que ha conocido y que el montaje de Mario Gas es una de las mejores obras en las que ha participado. No hay nada más que añadir. Con lo que ella dice seguramente estaremos de acuerdo la mayoría de quienes pudimos asistir a aquel espectáculo absolutamente conmovedor. Por eso esta tarde han vuelto a emocionarnos casi hasta la lágrima las imágenes y las palabras de quienes hicieron posible aquella experiencia única que ahora rememora este documental. La emoción ha sido compartida otra vez en el magnífico e intimísimo coloquio con Mario Gas, Laia Marull y Alex Peña que siguió al documental. Y me consta que no solo nos ha encantado a quienes habíamos leído el texto de Muawad y visto la obra. También ha cautivado a quienes veían el documental pero no habían visto Incendios en el teatro. Mario Gas le dijo a Alex Peña que debería animarse a montar de nuevo esta estupenda película incluyendo más testimonios ya filmados para convertirla en un largometraje. Estoy completamente de acuerdo. Las tres horas de Incendios se hacían muy cortas. Y la media hora de este homenaje al teatro también. Así que ojalá se anime y podamos ver pronto el estreno de otra versión más larga. Motivos hay de sobra tratándose de una obra como Incendios y tratándose de aquel montaje excepcional del que se seguirá hablando cuando pasen muchos años.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Brise-lames

de Jeremy Perrin y Hélène Roberto. Francia, 2019. 85.
20 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Nueve años después de aquel terrible Tsunami que provocó más de veinte mil muertos, las gentes de la zona los siguen teniendo presentes. A veces literalmente, como cuando creen que sus espíritus siguen por allí. Les escuchamos contar historias conmovedoras mientras vemos cómo se levan grandes diques de hormigón para que no vuelvan a repetirse.

Brisa-lames tiene bastante que ver con Demi-vie à Fukushima de Francesca Scalasi y Mark Olexa y también con la estupenda Recuerdos desde Fukushima de Doris Dörrie. Con esta última comparte aliento poético en un relato que no tiene miedo de coquetear con lo paranormal porque quienes creen en ello son gentes que seguramente necesitan más consuelo que razonamientos. El contrapunto de esos espíritus de los que se habla sin poder verlos son esos enormes bloques de hormigón que defienden del mar ocultándoselo a las gentes. Brise-lames tiene algo de documental plegaria. Y Supongo que resultará balsámico para muchos japoneses.

Solo

de Artemio Benki. Francia, 2019. 85.
20 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Martín Perino era un gran pianista argentino antes de que una crisis le llevara al Hospital psiquiátrico José T. Borda. Allí lo vemos intentando superarla. Luego lo acompañamos en esa nueva normalidad (la expresión de moda) en que, más que cualquier otra cosa, necesita volver a tocar el piano. Cuando no lo tiene, sus dedos tocan sobre mesas, bancos y hasta en el suelo.

La película es sobria en las formas. Sin más subrayado que una cámara neutra siempre al lado del protagonista. No hay declaraciones ni valoraciones. Solo momentos cotidianos de este ser musicalmente apasionado que ha quedado a la deriva. No sabemos qué le ocurrió. Quizá la obsesión familiar por la música haya tenido algo que ver con su drama. Él mismo parece apuntar hacia ello con una frase inigualable: "Que quede el niño pero que se vaya el prodigio". Solo es un documental que tiene tanto interés cuando apunta hacia lo musical como cuando se centra en lo psiquiátrico. No tiene nada que ver con Whiplash de Damien Chazelle ni con Hombre mirando al sudeste de Eliseo Subiela, pero que me haya acordado de ellas no es poco.

Hi, A.I.

de Isabella Willinger. Alemania, 2019. 90.
20 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Una anciana japonesa recibe el regalo de un robot blanquito medio bobo. Un solitario americano se lleva de viaje en su autocaravana a una rubia complaciente pero androide. Un apóstol de la robótica humanoide da una conferencia. Estampas dispersas sobre la inteligencia artificial insertada en muñecos con pinta muy humana.

Aburrido. Ese sería el mundo con androides tan torpes como los que vemos en esta película. Es verdad que sus cuerpos están muy logrados, pero parecen tener más que ver con prácticas eróticas que intelectuales. Viendo lo que nos muestra este documental, Nick Bostrom no tendría ningún éxito con sus advertencias sobre los riesgos de esa lámpara de Aladino irreversible en que puede convertirse el advenimiento de la superinteligencia. Y es una pena porque después de películas de ficción tan sugerentes como Her de Spike Jonze, Un amigo para Frank de Jake Schreier o Eva de Kike Maíllo (con esas tres he organizado algún ciclo para los alumnos) está claro que el tema de la inteligencia artificial tiene interés y mucho calado. Lástima que, en vez de aburrirnos mostrándonos esos muñequitos bobos, Isabella Willinger no hubiera optado por preguntar a quienes realmente tienen cosas que decir sobre todo esto. Nick Bostrom incluido.

martes, 19 de mayo de 2020

Letter from Masanjia

de Leon Lee. Canadá, 2018. 75.
19 de mayo de 2020. Festival DocsBarcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 

Una familia de Oregón encuentra una carta manuscrita en inglés y en chino dentro de una caja con artículos de decoración que ha comprado. Es la llamada de auxilio de un preso político chino recluido en un campo de trabajos forzados. La noticia aparece en los medios y él también la conoce desde China dos años después de estar libre. Había sido detenido por difundir el Falun Gong, una práctica entre mística y ética especialmente perseguida por el Partido Comunista. Tras conocerse en todo el mundo el contenido de su carta, con la ayuda del director decide hacer un documental de denuncia sobre todo aquello.  

Comenzamos esta edición virtual del Festival DocsBarcelona con este documental que parte de aquel mensaje en una botella que llegó a una familia americana y dejó fatal al gobierno chino. La película se ve con agrado y tiene algunas animaciones que recrean los momentos más duros que vivió su protagonista. Sin embargo, formalmente no sorprende y tampoco añade mucho a lo ya sabido sobre los límites de la libertad en esa parte tan grande de la humanidad que es China. En todo caso, sí me sorprende la facilidad con que el protagonista dice saltarse a diario el cortafuegos totalitario de su país para acceder sin problema a los medios de información del resto del mundo (así supo que su mensaje había llegado a Estados Unidos). También me llama la atención, aunque me sorprende menos, contemplar en esta película y en tantas otras las formas de vida actuales de un país (casi un continente) que tenía tanta identidad y estuvo tan aislado durante milenios y que en el siglo XX tuvo en el comunismo otra seña de identidad absolutamente diferencial. Parece que en las dos últimas décadas hubiera decidido borrar por completo en su urbanismo, en su idea del progreso y en sus formas de consumo cualquier posible diferencia con ese paradigma dominante y alienante que, de la mano de la globalización anglosajona, se ha extendido por el mundo en el último medio siglo.  Es como si esa parte de la humanidad hubiera renunciado a cualquier propuesta de una vía china hacia el futuro que no sea convertirse en el primero de la clase en esta escuela de negocios miserable en que parece haberse convertido el mundo. Si Mao (o el último emperador) levantara la cabeza...

martes, 12 de mayo de 2020

Los comensales

de Sergio Villanueva. España, 2016. 76.
12 de mayo de 2020. Filmin, Avilés.
 
Una comida al aire libre con varios amigos del teatro. Son Sergio Peris-Mencheta Silvia Abascal, Juan Diego Botto, Quique Fernandez y Denise Despeyroux. Ellos hablan de muchas cosas. Sobre todo de lo que más nos gusta. Del teatro.

Una delicia para cualquier público. Sergio Villanueva nos deja hueco para que nos sintamos como el sexto comensal en esta estupenda comida entre amigos. La conversación fluye con la misma facilidad que las imágenes. Y los temas de los que hablan siempre son interesantes. Da gusto ver los gestos cordiales y escuchar lo que dicen todos ellos: la voz sosegada y oportuna de Silvia Abascal, la lucidez emotiva e irónica de Juan Diego Botto, la sensibilidad de Quique Fernández como padre reciente, el ímpetu apasionado de Sergio Peris-Mencheta y el amable compromiso con el teatro de Denise Despeyroux. Los dos últimos son queridísimos amigos de Avilés. Él ha estado muchas veces aquí como actor y director y, de hecho, ha estrenado en el Palacio Valdés muchas de sus obras. Entre ellas esa maravilla total que es Lehman Trilogy. Y de Denise qué puedo decir. Pues que tengo la mayor debilidad por su teatro desde aquella magnífica Realidad con que se inauguró nuestro off del Niemeyer hasta el estreno en el Palacio Valdés hace cuatro meses de la versión en castellano de su Canción para volver a casa. Pero no solo me encanta su forma de escribir, dirigir y hasta interpretar teatro, también me parece una persona estupenda. Así que ha sido una delicia asistir a esta comida que une magníficamente esas dos artes que me encantan: el buen cine y el mejor teatro.

domingo, 10 de mayo de 2020

Una noche de tormenta

de David Moragas. España, 2020. 76.
10 de mayo de 2020. D'A Film Festival Barcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 
Una tormenta impide que el avión que iba a tomar Marcos pueda salir de Nueva York. Por suerte, su amiga Clara le dice que se aloje en la casa que comparte con un chico de la ciudad. La tensión sexual entre los dos quedará sin resolver, pero esa noche hablarán de muchas cosas.

Si la tormenta fuera, pongamos por caso, en Murcia y los protagonistas de esta historia fueran un chico y una chica heterosexuales me temo que, con el mismo guión, la película parecería una bobada. Incluso aunque también estuviera filmada en interiores con un bonito  blanco y negro. Si alguien piensa que es manía homofoba o reparos personales hacia las historias que suceden en ciudades molonas, solo tiene que comparar esta película (y esta reseña) con Fin de siglo (y aquella reseña), la estupenda película de Lucio Castro sobre dos homosexuales que también se encuentran incidentalmente en una ciudad tan especial como Barcelona. Así que me parece una lástima que la película de clausura de este festival sea una de las peores que he visto en él (la de apertura tampoco fue de las mejores). En todo caso, me alegra bastante su palmarés. El premio principal ha sido para Un blanco, blanco día, esa joya de Hlynur Pálmason que ya había visto en el festival de Gijón y que me pareció lo mejor de su última edición pero que allí pasó casi desapercibida. También han recibido premios muy oportunos Nocturnal de Nathalie Biancheri, Abou Leila de Amin Sidi-Boumédine y La mami de Laura Herrero Garvin. Siento, en todo caso, que otras estupendas películas como la chilena Algunas bestias de Jorge Riquelme Serrano, la argentina Los sonámbulos de Paula Hernández o la belga Ghost tropic de Bas Devos no hayan tenido algún reconocimiento. En todo caso, ha sido una experiencia magnífica poder ver tan buen cine en este festival. Ojalá podamos repetirla el año que viene. Y ojalá pudiera ser sentados en el salón del CCCB.

Andrey Tarkovsky. A cinema prayer

de Andrey A. Tarkovsky. Rusia, 2019. 97.
10 de mayo de 2020. D'A Film Festival Barcelona. Filmin, Avilés. V.O.S.
 
La vida y la obra de Andrey Tarkovsky desde la elegante mirada de su hijo. Vemos imágenes personales, momentos de sus películas y algunos paisajes que fueron relevantes para aquel gran director. Y también escuchamos su voz poética y lúcida. La de un hombre para quien el cine podía ser hierofanía.

"Lo específico del cine es que registra y expresa el tiempo". Lo dice la voz de Tarkovsky en este documental que, en cierto modo, también registra su propio tiempo, el de un director que esculpía como nadie el tiempo y que además sabía que lo estaba haciendo. Este no es solo un bellísimo documental sobre un gran director. Es un documento del mayor interés filosófico y estético (valga la redundancia). Una reivindicación de la trascendencia cotidiana. De esa manifestación de lo sublime que está en la mirada. La que sabe mostrar y la que sabe ver. Gracias Tarkovsky. Gracias a los dos.