sábado, 30 de diciembre de 2017

Wonder

de Stephen Chbosky. EE.UU., 2017. 113’.
30 de diciembre de 2017. Cines Los Prados, Oviedo.

El primer curso escolar para August. Ya tiene diez años pero hasta ahora se ha educado en casa y ha estado siempre muy protegido por su hermana y sus padres. Nació con un problema genético que le provocó una gran deformidad en la cara que la cirugía no ha conseguido resolver por completo. Enfrentarse por primera vez a la escuela no será fácil para él. Veremos cómo lo va superando a lo largo de ese curso.

El director de Las ventajas de ser un marginado no podía hacerlo mal y, aunque la historia tiene todos los mimbres para derivar en lacrimógena, políticamente correcta y excesivamnte obvia, Chbosky consigue mantener controlada su innegable intención edificante haciendo que siendo dulce no llegue a empalagar y siendo bienintencionada no peque de buenismo. De hecho, acercándose a territorios tan propicios para los tópicos y las letanías morales como los del acoso escolar, consigue sortear el maniqueismo con que suelen presentarse estos asuntos. Así que Wonder es un cuento moral sencillo y con notoria voluntad de formación cívica apto para cualquier público. De hecho, me han gustado mucho las reacciones del público infantil y adulto que abundaba esta tarde en la sala. Creo que se han emocionado y han disfrutado mucho contemplando lo que tiene de bueno el respeto a la diversidad humana y cinematográfica. Star Wars es en Wonder solo la afición pasajera de ese niño con casco de astronauta que tiene los gustos propios de su edad. Sin embargo, en nuestros cines se ha convertido en una religión con la que tienen que comulgar también los adultos y que deja pocas oportunidades para que puedan ser vistas y valoradas reivindicaciones de la diversidad (ética y estética) tan sencillas y accesibles como esta.

viernes, 29 de diciembre de 2017

The disaster artist

de James Franco. EE.UU., 2017. 98.
29 de diciembre de 2017. Cines Parqueastur, Corvera.

Un joven con vocación actoral deja San Francisco cautivado por un amigo estrafalario y con mucho dinero que quiere hacer con él algo importante. Así los dos van a Los Ángeles y acaban protagonizando en 2003 The Room, una película desastrosa que llenó de carcarajadas la noche del estreno. 

Es tan mala y da tanta risa que hasta parece buena. Eso debieron pensar aquellos a los que la vergüenza ajena no les llevó a obviar aquella estupidez que recaudó menos de dos mil dólares y le costó seis millones de dólares a su loco y potentado perpetrador, sino a encumbrarla como una referencia pseudocinéfila que yo, por fortuna, desconocía. La gestación de aquella patética cosa es recreada ahora por esta otra estupidez que firma un tal James Franco. Después de que hayan pasado cosas tan alucinantes como que The disaster artist  haya sido premiada en el festival de San Sebastían como mejor película o que en el festival de Gijón se haya considerado que la mejor de este año era esa bobada francesa titulada En attendant les barbares, solo se me ocurre decir una cosa: estamos locos.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Prevenge

de Alice Lowe. Reino Unido, 2016. 88’.
28 de diciembre de 2017. Centro Niemeyer, Avilés, V.O.S.

Una mujer embarazada recibe instrucciones vengativas. De la hija que aún no ha nacido. De asesinar a las seis personas que estuvieron unidas por una cuerda con el que iba a ser su padre.

Alice Lowe hace un gran trabajo como gestante desquiciada y como directora atrevida de esta singular película que se aleja de cualquier tópico sobre el estado de buena esperanza. Aquí la asesina es nada menos que una mujer embarazada y quien decide sobre las víctimas es esa hija que le habla desde el vientre. Cada escena preparatoria para esta serie de crímenes es un microrrelato en el que se perfila magníficamente cada uno de los personajes que estuvieron unidos por una cuerda en aquel acantilado en que la mujer perdió a su amor y la futura hija a su padre. Las venganzas parecen absurdas y aleatorias al principio, pero alcanzan un sentido perfecto en la escena en que, disfrazada de muerte, la gestante encuentra a quien seguramente cortó aquella cuerda y encuentra también un motivo para no lamentarlo. Es un momento decisivo que se funde con el de la cesárea en que, a la vez que el umbilical, se corta también el cordón del relato que presentaba como transitivos todos los crímenes. Así que, con esta asesina subrogada, Prevenge nos propone un inquietante ajuste de cuentas con ese primer tópico de la maternidad que es la gestación mitificada. Además, consigue tomar distancia de ese otro tópico del cine de terror que encuentra en los vientres femeninos lugares muy propicios para los demonios y los aliens. Así que, aunque el género no me atrae, reconozco que Alice Lowe ha hecho un gran trabajo como actriz y como autora de esta historia perturbadora y bien contada.

martes, 26 de diciembre de 2017

Wonder Wheel

de Woody Allen. EE.UU., 2017. 101’.
26 de diciembre de 2017. Cines Ocimax, Gijón. V.O.S.

Como aprendiz de escritor, Mickey nos va contando la historia de su relación amorosa con Ginny. Ella está casada con Humpty,  un trabajador del parque de atracciones de Coney Island que hace tiempo que no tiene relación con su hija Carolina porque se casó con un mafioso que ahora la persigue y quiere martarla. Carolina viene a refugiarse a casa de Humpty y Ginny, pero conoce a Mickey y la relación entre los dos desquicia a Ginny. 

Woody Allen nos lleva a los años cincuenta en Coney Island para contarnos una historia que tiene mucho que ver con las de Eugene O'Neill o Tennessee Williams. De hecho, las referencias y homenajes teatrales no están solo en la estructura de la historia, en las relaciones entre los personajes y en lo que expresamente dice la voz narrativa. También están en la manera tan radical con que Vittorio Storaro plantea una impresionante fotografía de colores clásicos y saturados y de luces crepusculares y horizontales que parecen más propias del teatro que del cine. Los dilemas amorosos, los desequilibrios que trae consigo alguien que llega (como en Blue Jasmin, pero también como en Un tranvía llamado deseo) y lo que cada cual busca o encuentra en las diferentes parejas, son algunos de los asuntos que trata esta nueva película del maestro que, además de ser visualmente muy poderosa y de contar con una excelente interpretación de Kate Winslet, es también un hermoso homenaje a las imágenes y a las historias de los años cincuenta. La compañía de Vittorio Storaro y el regreso a unas épocas especialmente lucidas para el teatro y el cine americanos hacen que Wonder Wheel tenga cierta continuidad con Cafe Society. Y eso está muy bien. Ojalá esta sea la tendencia y, después de estas historias tan bien ambientadas en los años treinta y cincuenta, podamos ver en su película del año que viene cómo ve ahora Woody Allen aquellos años setenta en que muchos empezamos a quererle.

lunes, 25 de diciembre de 2017

Una vida a lo grande

de Alexander Payne. EE.UU., 2017. 135.
25 de diciembre de 2017. Cines Parqueastur, Corvera.

La reducción de los cuerpos ya es posible. Si midieran diez o doce centímetros los humanos dañarían mucho menos al planeta y cada uno podría vivir mucho mejor. Así que muchos ya se han empequeñecido y viven a lo grande en las nuevas ciudades liliputienses. Paul y su mujer también deciden hacerlo, pero al final ella rehúsa y él tiene que iniciar solo esa nueva vida.

Una idea muy sugerente con un Matt Damon haciendo de tipo normal que se traslada a ese mundo empequeñecido. La relaciones entre los dos mundos, el proceso del tránsito, la relación con el vecino potentado y con la vietnamita altruista que le hace ver que también hay pobres en ese mundo de opulencia hortera y miniaturizada, hacen que la película resulte interesante. Sin embargo, la historia defrauda y pierde interés en ese tramo final en que nuestro personaje se va a Noruega y conoce a la comunidad primigenia que se prepara para sobrevivir a la inminente catástrofe global.

jueves, 21 de diciembre de 2017

Qué bello es vivir

de Frank Capra. EE.UU., 1946. 130’.
21 de diciembre de 2017. Centro Niemeyer, Avilés, V.O.S.

George Bailey y Berdford Falls. La vida que tuvo este hombre bueno tras decidir quedarse en su pueblo renunciando a sueños y ambiciones. Y la que tendría ese lugar si él no hubiera existido. Vemos las dos desde el punto de vista de Dios. O el de un ángel de la guarda que hubiera recibido el encargo de salvarlo en Nochebuena. 

Un precioso cuento de Navidad sobre eso que Javier Gomá llama la ejemplaridad en ese magnífico texto teatral que es Inconsolable. James Stewart está fantástico en este cuento moral que sigue teniendo la mayor actualidad (la ignominia fiscal que hoy ha conseguido su inefable presidente muestra que en Estados Unidos a los canallas se les sigue dando muy bien hacer el mal). La calidad de la copia y de la proyección de hoy en el Niemeyer nos han permitido apreciar y disfrutar el atrevimiento de Capra al comenzar esta historia literalmente desde el cielo. Así que ha sido una gozada contemplar lo bien que se conserva esta dulce maravilla que hasta en el título destila un optimismo insuperable y que ya tiene más de setenta años.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Renta básica

de Christian Tod. Austria, 2017. 95’.
18 de diciembre de 2017. Centro Municipal La Arena, Gijón. V.O.S.

¿Es posible una renta básica universal? ¿Es deseable? ¿Cómo fueron las experiencias de este tipo que se hicieron en el pasado? ¿Será la única solución para una economía y un mundo radicalmente transformados por el desarrollo tecnológico?

Pensar más allá de lo obvio. Superar la demonización o la banalización habitual de ideas como el comunismo o el bien común. Plantear si el salario debe ser la única justificación del trabajo. Considerar si la realización humana podría llegar a ser la motivación principal para trabajar. Entender que la creciente desigualdad, además de injusta, quizá llegue pronto a ser insostenible. Superar esa noción estrecha del emprendedurismo y la formación para la economía financiera como mantras pedagógicos (junto con la FP dual) de esos liberal-conservadores que desprecian lo que merece ser conservado y veneran el consumo como única manifestación de la libertad. Preguntarse si el empoderamiento individual que se derivaría de una renta básica universal será la verdadera razón por la que algunos se oponen a ella. Estas son algunas de las cuestiones sobre las que merece la pena reflexionar en estos tiempos difíciles. Y el interesante documental de Christian Tod da mucho que pensar sobre todo ello.

sábado, 16 de diciembre de 2017

El sentido de un final

de Ritesh Batra. Reino Unido, 2017. 108’.
16 de diciembre de 2017. Cines Los Prados, Oviedo.

Webster es un jubilado que, tras su divorcio, tiene una vida tranquila yendo a diario a la pequeña tienda en que repara y vende cámaras Leica. Los recuerdos de su adolescencia y primera juventud regresan ahora que está a punto de ser abuelo. El motivo es una carta en la que le notifican que la madre de Verónica le ha dejado en su testamento el diario de un amigo que se suicidó. El reencuentro con aquella primera novia le hace revisar los recuerdos de aquel tiempo y descubrir lo que realmente sucedió. Así que será duro para Webster saber que una carta suya pudo causar mucho mal. Pero también será una oportunidad para tener una relación más sincera con su hija y su exmujer.

Una historia bien contada sobre dos momentos tan relevantes de una vida como la primera juventud y el comienzo de la ancianidad. La confrontación entre recuerdos y verdades está muy bien planteada en esta película que nos muestra, con magníficas evocaciones, la inevitable subjetividad de los primeros y nos desvela, con una cadencia perfecta, las consecuencias de conocer las segundas. Jim Broadbent compone una interpretación contenida e impecable (tan inolvidable como la de Le Week-End de Roger Michell) de este hombre al que la curiosidad le lleva a descubrir culpas lejanas y a sentir nostalgia por la vida que no tuvo. Y Ritesh Batra consigue que la ternura no esté presente solo en la forma en que este magnífico personaje descubre y sutura las heridas de aquel tiempo sino también en la manera en que lo percibimos nosotros mientras se reconcilia con el presente. El sentido de un final es una joya cinematográfica para paladares sosegados que contrasta especialmente en un fin de semana como este en el que tantas salas de cine son secuestradas para el espolio económico y cultural que cada año supone el desembarco de ese fenómeno exógeno y alienante al que hoy se dedican seis de las catorce salas de estos cines.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Suburbicon

de George Clooney. EE.UU., 2017. 105’.
14 de diciembre de 2017. Cines Los Prados, Oviedo.

El asalto aparentemente imprevisto en un hogar hace que el comportamiento de esta familia americana de vida tranquila derive hacia lo canalla cuando el viudo y la cuñada parecen beneficiados por la muerte de la madre del niño que protagoniza la historia. 

Bien ambientada en los años cincuenta, aunque quizá excesivamente subrayada musicalmente, Suburbicon aprovecha un guión de los hermanos Coen al que George Clooney (que aquí no tiene un personaje propicio para intervenir como actor) le añade el contrapunto de la buena familia vecina que se convertirá en diana del odio racial en ese barrio que aspira a ser tan radicalmente blanco como completamente estúpido. Matt Damon está muy bien (como siempre) en el papel de ese padre poco expresivo que acaba siendo magnético para el espectador. Así que tras el fiasco de The monuments men y sin llegar a la altura de Los idus de marzo o Buenas noches, y buena suerte, George Clooney vuelve a demostrar que, además de un actor magnífico, es un director notable.

martes, 12 de diciembre de 2017

La gran enfermedad del amor

de Michael Showalter. EE.UU., 2017. 119.
12 de diciembre de 2017. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

Kumail trabaja como monologuista en un club y sufre la presión de su familia pakistaní por concertarle una boda. Emily quiere ser psicóloga y ha salido de un matrimonio que no le fue nada bien. Por tanto, ninguno de los dos tiene mucho interés en una relación estable y quizá por eso se gustan tanto. Hasta que las semanas que Emily pasa en coma inducido por una infección cambian las cosas entre los dos.

Una historia de amor tranquila. La cotidianidad de una pareja que no sabe si realmente lo es y de unas familias curiosas que darían para otras dos buenas películas. Es una historia sin grandes ambiciones pero que se ve con agrado porque los seres que la habitan parecen reales. De hecho lo son.

sábado, 9 de diciembre de 2017

Grandeza y decadencia de un pequeño comercio de cine

de Jean-Luc Godard. Francia, 1986. 92.
9 de diciembre de 2017. Cine Zumzeig, Barcelona. V.O.S.

Un director de cine que busca figurantes para una película, un productor que podría financiarla y una esposa que querría protagonizarla. Todo entrecortado, muy crispado y sin ningún sentido.

¿Qué necesidad había? Si esta bobada no se había visto en las salas en treinta años por algo sería. Pero el título provocador, la presencia en festivales (por ejemplo, en el de Gijón) y unas críticas rendidas religiosamente al nombre propio de su perpetrador nos han animado a ver esta cosa estridente que solo tiene algo salvable: que permite tomar conciencia de lo mucho que ha cambiado la relación entre las personas a la vista de las maneras abruptas y machistas que parecen normales e hilarantes en esta estupidez firmada por Godard. Grandeza y decadencia... parece dar argumentos a la imagen que de él nos presentaba Michel Hazanavicius en Mal genio.

El viaje

de Nick Hamm. Reino Unido, 2016. 94.
9 de diciembre de 2017. Cines Boliche, Barcelona. V.O.S.

En 2006 están teniendo lugar en Saint Andrews las negociaciones de paz para Irlanda del Norte. En ellas participan dos enemigos irreconciliables: el líder del Sinn Fein Martin McGuinness y el clérigo unionista Ian Paisley. El viaje que los dos compartieron a solas hacia el aeropuerto pudo ser determinante para la solución de aquel largo conflicto.

El viaje cuenta cómo pudieron ser los momentos compartidos en aquella furgoneta. Nada de lo que se dice en esta película nos resulta ajeno en un país en el que el terrorismo también formó parte de la agenda política. Por lo demás, la lección que contiene sobre la necesidad de hablar con el adversario (y hasta con el enemigo) para afrontar los retos del futuro y de renunciar a sacar provecho a los rencores del pasado, hacen que El viaje tenga un significado muy especial vista en Barcelona en este otoño crispado en el que el número 155 ha dejado de identificar un artículo constitucional para convertirse en un fetiche irracional. Por otra parte, la presencia de Tomothy Spall y de Colm Meaney hacía imprescindible ver esta película. Y, como era de esperar, ninguno de los dos defrauda.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Tierra firme

de Carlos Marques-Marcet. España, 2017. 115. 
8 de diciembre de 2017. Cines Renoir Floridablanca, Barcelona. V.O.S.

Kat y Eva viven felices en una barca en los canales de Londres. La llegada de Roger (un amigo de Kat) sirve para que Eva encuentre apoyo (y semen donado) para su proyecto de ser madre. Kat acepta la idea aunque no está tan involucrada. Por eso las dos amantes no encajarán de la misma forma la pérdida del feto.

Si el arranque de 10.000 KM me pareció magnífico, el de Tierra firme me ha resultado algo ñoño. Encuentro que estos catalanes anglófilos y esta inglesa que quiere ser madre tienen maneras más propias de la adolescencia que de las crisis de la treintena de las que esta película parece querer ocuparse. Pero superada la primera impresión (y comparación) la historia va mejorando hasta ese tramo final en que la tierra firme por la que parece apostar la inglesa contrasta muy bien con esa vida deseable que su amante catalana le ofrece en el confortable canal. Curioso contraste (de homosexualidades, de paisajes y de dilemas sentimentales) entre la Tierra de Dios masculina que vimos ayer y esta Tierra firme femenina con la que ya son doscientas las películas que en lo que va de año he comentado en este blog.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Tierra de Dios

de Francis Lee. Reino Unido, 2017. 104.
7 de diciembre de 2017. Cines Boliche, Barcelona. V.O.S.

En una granja inglesa un joven vive ásperamente su relación con su padre discapacitado y con su abuela. Lleva mal las faenas con el ganado y solo encuentra desahogo en las borracheras y en el sexo explosivo que de vez en cuando tiene con algún chico de la zona. Hasta que contratan a un joven rumano y aprende muchas cosas sobre la forma de tratar al ganado y también sobre el amor. Su compañía se le hará imprescindible y la vida cambiará para ambos.

Para ser su primera película, Francis Lee muestra una notable capacidad para retratar paisajes y sentimientos como los del aislamiento invernal de esos entornos ganaderos ingleses y la (re)iniciación sexual y sentimental de este joven rústico. Aunque Brokeback Mountain del otro Lee será seguramente el referente obligado con el que comparar esta película, encuentro más vecindad con ese excelente cine islandes en el que las intensidades humanas adquieren el mayor relieve en los paisajes más desolados.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

¡Lumière! Comienza la aventura

de Thierry Frémaux. Francia, 2016. 90.
6 de diciembre de 2017. Cine Zumzeig, Barcelona. V.O.S.

Ciento ocho películas de las más de mil que filmaron los Lumière. La voz en off de Thierry Frémaux las va comentando con sabiduría y un poco de ironía.

La selección y el orden en que se nos muestran estas peliculitas (cada una dura unos cincuenta segundos) hacen que contemplarlas sea una gozada. Especialmente acompañadas con los atinados comentarios de quien ha dirigido el Festival de Cannes y el Instituto Lumière de Lyon.  Thierry Frémaux trata con mucho cariño y desenfadado respeto a estas pequeñas joyas que fueron filmadas cuando nacía el siglo del cine, ese arte que busca capturar el tiempo con una cámara.

La Chana

de Licija Stojevic. España, 2016. 83.
6 de diciembre de 2017. Cine Zumzeig, Barcelona.

La Chana entonces y ahora. Aquella flamenca que bailaba como nadie en los años setenta y esta Antonia que habla del baile y de todo lo demás. La vemos con el hombre que tanto la quiere y la escuchamos hablar de aquel otro que la maltrató. Y también la acompañamos mientras se prepara para ese homenaje en el Teatre Nacional de Catalunya en el que, sentada en una silla, bailará una vez más.

Volvemos a Barcelona y a esta magnífica cooperativa cinéfila de la calle Béjar que es el cine Zumzeig. La Chana es un documental fascinante sobre una bailaora a la que da gusto ver en las bellas imágenes de su juventud y da gusto escuchar hablando de su arte y de su vida. La cámara retrata con confianza la cotidianidad de esta mujer a la que parece imposible no querer. Y también los últimos nervios antes de salir a ese escenario en el que, ya anciana, volverá a bailar con radical inspiración. Es una película magnifica que gustaría incluso a esos a los que el flamenco no les dice nada. Y que también sorprendería a quienes no saben que hay muchas barcelonas en esta maravillosa ciudad.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Perfectos desconocidos

de Alex de la Iglesia. España, 2017. 96.
4 de diciembre de 2017. Cines Parqueastur, Corvera.

Cuatro parejas han quedado para cenar. Para no aburrirse deciden poner sus móviles en medio de la mesa y hacer públicos todos los mensajes y llamadas que vayan recibiendo. Nada menos.

Alex de la Iglesia adapta a nuestro contexto esta historia italiana que dirigió Paolo Genovese y que, con mimbres tan agradecidos como unas parejas en equilibrio inestable y unos móviles cargados de secretos, solo podía terminar bien para el espectador (o sea, muy mal para los personajes). El ritmo de los diálogos es tan trepidante como el del último teatro argentino. La cámara los acompaña con la misma frescura inteligente con que estos buenos amigos se van haciendo daño en esa noche de eclipse. Así que resulta deliciosa esta hora y media impagable en que (sin que nadie mire nuestros móviles) compartimos mesa y mantel con este grupo de imprudentes. Me temo que una idea tan peligrosa como esta dará bastante juego (y bastante miedo) en muchas cenas españolas a partir de ahora.

Coco

de Lee Unkrich y Adrián Molina. EE.UU., 2017. 109.
4 de diciembre de 2017. Cines Parqueastur, Corvera.

En el día de los muertos Miguel quiere participar en un certamen musical. Él es un niño de una familia de zapateros que reniegan de un lejano antepasado músico. Así que Miguel tendrá que buscarse una guitarra en el panteón del cantante más famoso del lugar y eso le llevará a pasar la noche en la tierra de los muertos. Y a conocer algunas cosas sobre el pasado de su familia.

Siendo un producto Disney no puede dejar de tener su dosis de sentimentalismo convencional. Pero siendo también de Pixar está garantizada la belleza de las imágenes de esta historia deliciosamente mexicana que da gusto escuchar (no solo la música, también el acento) y por supuesto contemplar. Así que pasar una noche colorista y mexicana (valga la redundancia) en la tierra de los muertos es una gozada que le hace a uno olvidar esas estúpidas calabazas gringas que tanto gustan últimamente por aquí.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Correspondencias

de Rita Azevedo Gomes. Portugal, 2016. 145’.
3 de diciembre de 2017. Centro Niemeyer, Avilés, V.O.S.

Jorge de Sena desde América y Sophia de Mello desde Portugal. Veinte años de exilio y correspondencias entre estos dos amigos poetas. Escuchamos sus versos y sus cartas mientras vemos imágenes sugerentes pero también muy elusivas.

El referente más reciente es Cartas de la guerra de Ivo Ferreira sobre textos de Lobo Antunes. Pero en aquella película la relación entre las imágenes y los textos era, además de elegante, bastante inteligible y siempre coherente. Aquí no es así. La poesía es más que juntar versos sonoros y el cine requiere algo más que añadirles imágenes sugerentes. En Correspondencias no está claro cuál es el dispositivo por el que se apuesta. Eso que en el cine viene a ser el equivalente a la métrica, el ritmo y la armonía que caracteriza a un poema o a un poemario. Entiendo que la película les dirá más a los lectores de Jorge de Sena, pero no ayuda al conocimiento de su obra que quienes no la conocíamos encontremos más interesantes sus cartas con Sophia que esos poemas tan enfáticamente leídos o recitados por unas personas (o personajes) que no acabamos de saber qué pintan en esta película.

sábado, 2 de diciembre de 2017

El sacrificio de un ciervo sagrado

de Yorgos Lanthimos. Reino Unido, 2017. 109’.
2 de diciembre de 2017. Cines Los Prados, Oviedo.

Él es cardiólogo y ella oftálmóloga. Los dos forman una familia perfecta con dos hijos estupendos. Él tiene una extraña relación con el hijo de un hombre que murió mientras lo operaba. Quiere que conozca a su familia y eso será el comienzo del drama porque el joven le anuncia que si no mata a uno de los tres, su mujer y sus hijos morirán. El joven le anticipa la secuencia de los daños: primero se les paralizarán las piernas, luego dejarán de comer y finalmente los ojos ensangrentados serán el preludio de su muerte. Y esos terribles presagios se van cumpliendo.

Yorgos Lanthimos construye una tragedia griega con esta familia americana. Elegante en las formas y con encuadres en los que el gran angular es angustioso y perturbador, El sacrificio de un ciervo sagrado, además de referentes en el mundo clásico y en el cine de Buñuel, también tiene algo de esos dramas familiares inexplicables que filma el Haneke más duro. La historia es delicadamente fría y contenidamente angustiosa. Aunque quizá resulte menos perturbadora que Canino y Langosta, las otras películas que había visto de este singular director.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Asesinato en el Orient Express

de Keneth Branagh. EE.UU., 2017. 116.
30 de noviembre de 2017. Cines Parqueastur, Corvera. V.O.S.

Hercules Poirot tiene que viajar de Estambul a Londres en el Orient Express. Lo acompañan personajes muy notables y también un estafador que muere asesinado justo antes de que un alud detenga el tren. La parada será larga, lo suficiente para que nuestro detective encuentre al asesino (o asesinos).

Entretenida, bien contada y bien interpretada. Pero nada más. Las historias con gente que tiene que compartir algún tiempo en un mismo espacio dan mucho juego en el cine. Pero tratándose de trenes, yo tengo demasiado reciente esa joya polaca de Jerzy Kawalerowicz titulada precisamente El tren. Así que, por lujoso que sea el de Keneth Branagh y por notables que sean sus intérpretes, la verdad es que no resiste la comparación.

Hacia la luz

de Naomi Kawase. Japón, 2017. 101’.
30 de noviembre de 2017. Cines Los Prados, Oviedo.

Una joven que trabaja en la descripción de imágenes cinematográficas para ciegos conoce a un fotógrafo que ya casi lo es. La evocación de la luz crepuscular (la de los recuerdos infantiles con el padre de ella y la del trabajo fotográfico de él) los unirá de un modo especial.

Aunque Naomi Kawase sabe poner bien la cámara y la suya podría haber sido una buena historia, la poderosa reflexión inicial sobre la descripción de las imágenes cinematográficas no consigue hacer de esta propuesta un verdadero ensayo sobre la ceguera. Además del que, inspirándose en Saramago, Fernando Meirelles hizo en A ciegas, recuerdo en los últimos tiempos algunas magníficas películas sobre este tema. Por ejemplo, Gabor de Sebastián Alfie (2013),  Gözümün Nûru de Hakki Kurtulus y Melik Saracoglu o Blind de Eskil Vogt. Pero Naomi Kawase se queda muy lejos de ellas. Hacia la luz pretende ser muy emotiva, pero no da motivos para que los sentimientos de los protagonistas conmuevan al espectador.

lunes, 27 de noviembre de 2017

En relidad, nunca estuviste aquí

de Lynne Ramsay. Reino Unido, 2017. 95’.
27 de noviembre de 2017. Cines Los Prados, Oviedo.

Un tipo violento que rememora constantemente imágenes de un drama infantil y que tiene con su madre una relación extraña es contratado para rescatar a la hija de un senador, una niña que ha sido secuestrada por una mafia pederasta. Su trabajo es brutal y eficaz pero el encargo se complica cuando muere quien lo hizo.

La tremenda y estupenda historia de Tenemos que hablar de Kevin tiene poco que ver con esta. Aquí el dramatismo es efectista y el esteticismo abrupto y hasta molesto. Así que la película solo tiene el interés de que el actor que la protagoniza es Joaquin Phoenix y lo hace bastante bien.

domingo, 26 de noviembre de 2017

El autor

de Manuel Martín Cuenca. España, 2017. 112’.
26 de noviembre de 2017. Cines Ocimax, Gijón.

Álvaro quiere escribir una novela. Siguiendo las indicaciones del director del taller literario al que asiste busca inspiración en la vida y para ello observa y manipula a los vecinos de su edificio. Hasta que la historia que va pergeñando acaba haciéndole parecer autor de algo más que su novela.

Como cabía esperar, Javier Gutiérrez está estupendo en este papel modesto y contenido en el que me ha recordado esa gestualidad demorada que tanto me gusta en los de Eduard Fernández. Sin llegar a la atmósfera impecable de Caníbal, El autor es una historia bien contada que oscila entre el thriller (meta)literario y la comedia contenida. En algunos momentos la coproducción mexicana también parece notarse (para bien) en la dirección artística. La blancura del espacio doméstico de este escritor ingenuo combina muy bien con esa broma final que casi es una ensoñación carcelaria. Así que se ve con agrado esta nueva película de Manuel Martín Cuenca.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Western

de Valeska Grisebach. Alemania, 2017. 100’.
23 de noviembre de 2017. Centro Niemeyer, Avilés, 55º Festival de Cine de Gijón (sección: esbilla). V.O.S.

Un grupo de obreros preparan una infraestructura hidráulica en Bulgaria. Las relaciones de uno de ellos con las gentes del pueblo cercano son mucho más estrechas y afectivas que las del resto de sus compañeros.

Se proyecta en el Niemeyer esta película que ha venido al festival de Gijón precedida por muy buenas críticas en el de Sevilla. No niego la calidad en la interpretación del personaje de ese alemán con ademanes de vaquero cuya mirada bondadosa me ha recordado la que tenía Basilio Martín Patino. Pero esta historia búlgara tiene muchísimo menos interés que la estupenda Destinos de Stephan Komandarev que vimos ayer. Por lo demás, el festival termina para mi esta tarde (mañana salgo para un congreso en Córdoba) y puedo decir que, además de los inconvenientes de la dispersión de salas de proyección tras la pérdida de los Cines Centro, aunque algunos estaban muy ansiosos por aplaudir los efectos del cambio de director, creo que en esta edición hemos perdido la estupenda tradición de las interesantes retrospectivas que venían caracterizando a este festival (con cineastas tan notables en la etapa de Nacho Carballo como Amir Naderi, Hong Sang-soo, Brillante Mendoza o Matteo Garrone) sin que el nivel medio de lo que he podido ver en la sección oficial y en Rellumes me parezca mejor que el de las ediciones anteriores. El palmarés (escribo estas líneas tras conocerlo) tiene además patinazos tan notables como considerar la mejor película a esa bobada francesa que es En attendant les barbares (con apariencia de cine muy independiente y muy experimental pero que solo puede parecer estimable a quienes sean muy francófilos o hayan visto muy poco teatro y muy poco cine -o las tres cosas- y a quienes piensen que considerar bárbaros a los gringos y fascinante la literatura francesa del siglo XII da pedigrí de cineasta a Eugène Green). O también que el premio especial del jurado sea para una propuesta tan balbuceante y amateur como es Until the birds return de Karim Moussaoui. Nada que objetar, sin embargo, al premio a la mejor dirección para Ana Urushadze por Scary Mother (aunque el premio a la mejor actriz debería ser para Nato Murvanidze por su papel en esa película y no para  Kim Min-hee por En la playa sola de noche -quizá ha sido una forma de premiar, sin que lo merezca, a Hong Sang-soo-). Sin embargo, me saben a poco los premios al mejor actor (póstumo) que ya pronostiqué para Harry Dean Stanton por su inconmensurable interpretación en esa joya que es Lucky o el del mejor guión para la extraordinaria película que es Destinos del búlgaro Stephan Komandarev. Estas dos junto con Scary Mother son, a gran distancia, lo mejor que he visto en este festival. Al lado de esas estupendas películas premiar En attendant les barbares solo demuestra la falta de criterio de un jurado del que, según parece, su presidente (Whit Stillman, el director de la estupenda Amor y amistad) muy lúcidamente ha discrepado.