sábado, 30 de marzo de 2024

Domingo Domingo

de Laura García Andreu. España, 2023. 71’.
30 de marzo de 2024. Filmin. V.O.S.

A Domingo le encanta su huerto. Es un agricultor valenciano que vive feliz con sus pasiones y su soltería. Antes le gustaba la bicicleta, pero no resultaba compatible con los gin-tonics ni con cuidar de sus naranjos. Ahora anda muy interesado en una mutación de mandarina que ha injertado en uno de sus árboles. Si la cosa le sale bien puede ganar mucho dinero, pero el mercado de cítricos es muy complicado. Lo comprobará cuando lleve sus estupendas mandarinas a una feria berlinesa de productos agropecuarios.  

Una versión laica, valenciana y masculina de Alcarrás. La película de Laura García Andreu es alegre, dulce y un puntito ácido, como las mejores naranjas. El desparpajo de Domingo, sus monólogos reflexivos y las conversaciones de las gentes de su entorno tienen el mayor interés por su deliciosa naturalidad. Además, la atractiva banda sonora da al conjunto un aire de divertido suspense que recuerda al de El agente topo. No son malas compañías para este Domingo Domingo.

viernes, 29 de marzo de 2024

Stella. Víctima y culpable

de Kilian Riedhof. Alemania, 2023. 107.
29 de marzo de 2024. Multicines Béjar.

Stella es una joven judía que canta en un grupo de jazz en el Berlín del nazismo. Su horizonte sería irse a Nueva York, pero las cosas van a ser muy distintas para ella. Tanto que consiguió sobrevivir al horror, pero a costa de delatar a otros judíos que permanecían ocultos en la ciudad.

Es verdad que Paula Beer está magnífica y magnética en el papel protagonista. Pero también lo es que Kilian Riedhof trenza una historia muy bien ambientada y de gran interés. En esto la truculenta Stella está mejor contada que la emotiva Los niños de Winton, dos películas de temáticas opuestas sobre la condición humana. La historia de esa mujer judía está basada en hechos reales. Tras la guerra los soviéticos la encarcelaron, luego fue sometida a juicio en Alemania y recibió el máximo desprecio por parte de la comunidad judía. Condenar a una víctima por haber sobrevivido delatando a otras es maniqueísmo retrospectivo, una actitud moral simplista que pretende glorificar a la víctima atribuyéndole una condición heroica. Pero las víctimas (como los victimarios) son seres humanos que responden como tales a las situaciones concretas que les toca vivir. Por eso la de víctima debe ser considerada como una circunstancia terrible pero accidental y no una como una condición esencial que obliga a una integridad modélica. En este sentido, las circunstancias vividas por Stella eran bien distintas a las que señalaba Hannah Arendt respecto de los líderes de las comunidades judías cuya colaboración resultó determinante para la eficacia de la logística genocida de los nazis. También resultó determinante, en este caso por omisión, que la aviación de angloestadounidense no bombardeara, no ya los campos de exterminio, sino las vías de ferrocarril que conducían a ellos. Y, abundando en las responsabilidades sobre el mal, conviene recordar que al final de la guerra las fuerzas aéreas de esos países se aplicaron de forma muy tenaz en la masacre de la población civil de las ciudades alemanas bombardeadas. Sin obviar los mayores atentados terroristas de la historia: los de Hiroshima y Nagasaki, cuya génesis explica muy bien Christopher Nolan en Oppenheimer. Ahora mismo tenemos otro buen ejemplo del peligro de hipostasiar a la idea de víctima y apropiarse de su legitimidad: es el caso del Estado de Israel (y de Estados Unidos) masacrando a los palestinos de Gaza. Si hubiera que encontrar paralelismos históricos, los militares (y a los civiles llamados a filas) israelíes no son los herederos de aquellas víctimas sino que hoy encarnan el papel de los nazis mientras que los palestinos son los que ahora están en el lugar de aquellos judíos. Y es que el esencialismo y el prejuicio retrospectivo son muy peligrosos. Lo explica muy bien Leila Guerriero en el retrato que ha hecho sobre Silvia Labayru y sus circunstancias en su magnífico libro La llamada. Mientras veía esta película no podía dejar de pensar en él.

miércoles, 27 de marzo de 2024

Passages

de Ira Sachs. Francia, 2023. 91’.
27 de marzo de 2024. Filmin. V.O.S.

Tras concluir el rodaje de una película en París, un director alemán tiene una noche tórrida con una joven francesa. La cosa tiene su importancia porque es homosexual y su marido no lleva nada bien la nueva situación.

La posibilidad de un triángulo dubitativo. Ese podría ser el tema de esta película en la que Ira Sachs abandona las sutilezas de las magníficas El amor es extraño y Verano en Brooklyn para presentarnos de forma bastante explícita las cuitas de este director de cine que manda mucho y lo tiene todo muy claro en los rodajes, pero parece bastante menos seguro y responsable cuando ha de definir sus relaciones amorosas. Franz Rogowski, Adèle Exarchopoulos y Ben Whishaw están muy bien protagonizando este triangulo ambiguo, pero reconozco que esta historia parisina me ha interesado menos que aquellas dos magníficas películas neoyorquinas.

martes, 26 de marzo de 2024

Sauna

de Anna Hints. Estonia, 2023. 89’.
26 de marzo de 2024. Filmin. V.O.S.

Mujeres en una sauna oscura. Compartiendo agua, humo, calor, humor y sentimientos. Hablan de lo vivido. En primera persona. Siempre a cuerpo limpio y desnudo, pero sin que veamos el rostro de quienes confiesan sus intimidades y recuerdos. 

La sauna de humo tradicional de la comunidad võro de Estonia está declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En una cabaña de madera situada en medio del bosque cerca de un lago helado varias mujeres sentadas o tumbadas, pero siempre a remojo, hablan y se escuchan cálidamente. También se flagelan con cariño con ramas vegetales. La relación entre ellas es de una intimidad acogedora, como el ambiente interior de esa cabaña ahumada en la que las piedras ardientes desprenden vapor en contacto con el agua. En Sauna asistimos a una catarsis para los cuerpos y las almas. Con confidencias dolientes pero curativas sobre la propia imagen, el sexo, la menstruación, la violación, el aborto, la maternidad, la homosexualidad o la relación con los hombres. Siempre en femenino singular. Porque no se trata de conversaciones genéricas sino de confesiones sobre vivencias personales. La fotografía es exquisita y los relatos, a veces tremendos, a veces simpáticos, son siempre cautivadores. También lo son las evocaciones y recuerdos de esas ancianas a las que escuchamos, pero cuyos cuerpos apenas intuimos como espectros ahumados casi abstractos. Viendo Sauna uno piensa en una posible versión masculina de estos encuentros sinceros y acuáticos. La película sería muy diferente porque cuando las mujeres están en fuera de campo lo que suele aparecer es muy distinto a la sororidad.

domingo, 24 de marzo de 2024

Los niños de Winton

de James Hawes. Reino Unido, 2023. 110’.
24 de marzo de 2024. Cines Alkázar, Plasencia.

En 1939 miles de judíos se hacinaban en campos de refugiados de Praga. Nicholas Winton, un corredor de bolsa inglés, estuvo allí y quedó impresionado por la situación de los niños. De regreso a Londres coordinó con otros compañeros solidarios la acogida de muchos de ellos por familias inglesas. Así fletaron varios trenes que salvaron seiscientas sesenta y nueve vidas. Hasta el 1 de septiembre en que un tren que llevaba a más de doscientos niños judíos ya no pudo salir de Praga.

Tras un día por el valle del Jerte volvemos a los estupendos cines Alkázar de Plasencia para ver esta película que, además del tema, tiene el aliciente de ver al siempre magnífico Anthony Hopkins en el papel del Winton anciano. James Hawes combina bien los dos tiempos de la historia. El del momento en que aquellos niños fueron salvados y el de los años ochenta en que se conoció lo que hizo aquel héroe anónimo. Lo más conmovedor está en este segundo tiempo, resultando quizá un tanto acelerada y sin demasiado brío la descripción de aquellos hechos. Viendo Los niños de Winton y recordando La lista de Schindler, uno lamenta el olvido en que siguen heroicidades similares que tuvieron como protagonistas a españoles en tiempos muy difíciles. Por ejemplo, nuestros niños de la guerra, de los que seguramente sabrán muy poco los españoles más jóvenes.  O lo que hizo Ángel Sanz Briz que en los años cuarenta salvó la vida a cinco mil judíos húngaros proporcionándoles pasaportes. Nuestra querencia por la amnesia hace que aquí podamos saber más sobre Nicholas Winton que sobre aquel diplomático español.

miércoles, 20 de marzo de 2024

Muyeres

de Marta Lallana. España, 2023. 77’.
20 de marzo de 2024. Filmin.

Raül Refree viaja a las montañas de Asturias para encontrarse con retazos musicales que aún se conservan en viejas cintas grabadas, en la memoria declinante de algunas ancianas o en la tenacidad de una cuidadora rumana que se empeña en aprenderlas.

Una simbiosis acústica entre la naturaleza y los cánticos seculares. Es lo que nos ofrece este Raül Refree viajero que presta tanta atención a los sonidos de los pájaros, los cencerros o el agua del río, como a las canciones que acompañaban las faenas en el campo y de las que todavía quedan algunas reliquias sonoras. Siendo exquisito el sonido, en Muyeres también hay mucha belleza en las imágenes de esos paisajes asturianos en blanco y negro, tan invernales y fascinantes. Marta Lallana acierta plenamente en el ritmo y el encuadre, y también  en la manera de sugerir mucho más de lo que muestra. Con sus silencios y miradas, Raül Refree está estupendo como forastero que busca y nos va guiando. También da gusto asistir a las conversaciones entre esa mujer rumana tan asturiana y esa anciana a la que cuida amorosamente. El ruralismo asturiano es un género muy transitado últimamente, pero que pocas veces ofrece joyas como La calle del agua, de Celia Viada Caso, o películas tan contenidas y delicadas como esta.

martes, 19 de marzo de 2024

Noche en la Tierra

de Jim Jarmusch. EE.UU., 1991. 128’.
19 de marzo de 2024. Teatro Filarmónica, Oviedo. V.O.S.

Cinco relojes señalan la hora de cinco ciudades: Los Ángeles, Nueva York, París, Roma y Helsinki. La cámara se va acercando a cada uno de ellos y a continuación vemos una historia nocturna sobre un taxi en esa ciudad. En Los Ángeles una taxista joven y atrevida lleva hasta Beverly Hills a una mujer sofisticada que trabaja en el mundo del cine. En Manhattan un negro que quiere ir a Brooklin y no encuentra un taxi acaba llevando el de un taxista extranjero que apenas sabe conducir. En París un taxista negro que ha echado del suyo a unos pasajeros insolentes recoge a una joven ciega que le sorprenderá. En Roma un taxista locuelo y locuaz se empeña en confesar sus excentricidades a un sacerdote que tiene problemas cardíacos. Y en Helsinki un taxista que circula por calles nevadas recoge a unos trabajadores, dos de ellos van despiertos y le cuentan las desgracias del que va dormido, pero no serán mayores que las de él.   

No recordaba haberla visto, pero la música, los relojes y cada uno de los cinco episodios volvieron a mi memoria más de treinta años después. Cada uno de ellos es una joya, pero hilvanados por la noche se convierten en una película magnífica. Está claro que, además de en Taxi Driver, películas tan estupendas sobre los taxis como  Taxi TeheránDestinos, Tales, Breve Miragen de sol, Drive my car y hasta Que nadie duerma tuvieron dónde inspirarse. Bien por Jarmusch.

lunes, 18 de marzo de 2024

El sol siempre brilla en Kentucky

de John Ford. EE.UU., 1953. 90’.
18 de marzo de 2024. Teatro Filarmónica, Oviedo. V.O.S.

En 1905 hay elecciones en un pueblo de Kentucky. A la reelección se presenta un juez demócrata y un fiscal yanqui. Vemos lo que pasa allí durante unos días: un niño negro al que algunos salvajes blancos quieren linchar, una mujer que regresa para ver a su hija antes de morir o los afanes del juez bonachón por preservar la comunidad y el buen entendimiento entre las dos maneras de sentir a los Estados Unidos.

En su estupenda presentación Carlos Losilla comentó el interés que tenía interpretar la película desde nuestro presente. O mejor dicho, el de ellos. El de los gringos que no solo hicieron a Trump presidente, sino que quizá en noviembre vuelvan a las andadas y consigan Make America Small Again. John Ford estrenó esta delicia en el mismo año en que Luis Berlanga estrenaba Bienvenido Mister Marshall. Las dos formarían un magnífico díptico sobre las comunidades locales que tendría tanto interés por la calidad como por sus intenciones. Las de John Ford quedan claras en esa pancarta que se ve en el desfile final: "Nos ha salvado de nosotros mismos". Ojalá que muchos estadounidenses vieran ahora esta película. Les vendría muy bien para sentir un orgullo no vergonzante de su país. Pero, tal como están las cosas ahora, la pregunta quizá sea quién les salvará de ellos mismos.

Contraté a un asesino a sueldo

de Aki Kaurismäki. Finlandia, 1990. 79’.
18 de marzo de 2024. Teatro Filarmónica, Oviedo. V.O.S.

A un francés que trabaja en una oficina en Londres le acaban de despedir. Sin horizontes ni alicientes decide suicidarse, pero no lo consigue. Así que contrata a un asesino a sueldo para que termine con él. Sin embargo, en esos días conoce a una mujer con la que podría ser feliz. Lo malo es que ya no encuentra a los sicarios a los que había pagado.

A pesar de los pesares y del escaso aprecio que la mayoría municipal ovetense parece tener por la cultura audiovisual (ni un euro para MUSOC en enero ni para Radar en lo que va de año), Pablo de María ha hecho posible que volvamos a tener estos días la décima edición de esa maravilla llamada  Semana del Audiovisual Contemporáneo (SACO). El lema de este año es "¿Y usted de qué se ríe?", especialmente adecuado para esta estupenda película de Kaurismäki en la que los personajes son hieráticos, los interiores cromáticamente intensos y los planos parecen inspirados por Edward Hopper. Más de treinta años separan esta película de Fallen Leaves la última del singular director finlandés que vimos en noviembre en el festival de Gijón. En el Jovellanos me preguntaba precisamente eso: ¿y estos de qué se ríen?, porque buena parte del patio de butacas no paraba de reírse durante la proyección. En el Filarmónica solo una persona se ha reído. Yo soy más de estos que de aquellos, así que me parece muy atinada la cinéfila pregunta que vertebra esta nueva edición de SACO que tanto estábamos esperando los cineheridos asturianos.

viernes, 15 de marzo de 2024

El clan de hierro

de Sean Durkin. EE.UU., 2023. 130’.
15 de marzo de 2024. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

En los años ochenta los hermanos Von Erich llegaron a ser muy famosos en el mundo de la lucha libre. Con un padre exigente, al que obedecían en todo, alcanzaron un gran éxito, pero pagaron un alto precio.

Si esta familia fuera una metáfora de su país, ese padre tejano que comulga con los valores más peligrosos de lo gringo representaría, sin duda, a Trump. Con su empeño en hacer muy grande a su familia acaba destruyéndola. La fraternidad entre los hermanos podría representar el buen comunitarismo estadounidense que queda arrasado por el empeño de ese macho alfa que concibe la vida como lucha testosterónica. Lo teatral de la lucha libre (tan bien retratado en las escenas en el cuadrilátero) confiere a estos héroes de musculatura extrema un aire de marionetas al servicio de ese peligroso padre padrone. El hermano mayor, que interpreta magníficamente Zac Efron, acaba sobreviviendo al drama, pero carga con sentimientos de culpa de los que no se zafará hasta que reniegue del padre. De modo que Sean Durkin no solo ha hecho una estupenda película sobre la fraternidad y, a la vez, sobre el despotismo familiar, sino que, con una ambientación, unas interpretaciones y un guion impecables, sugiere otras lecturas más allá del retrato de una familia americana. La lucha libre siempre me ha parecido patética, pero viendo esta película me doy cuenta de que algunos entienden así la política. Un líder reaccionario de Estados Unidos y una lideresa reaccionaria de aquí consideran que la política no tiene reglas. En ella todo vale, incluidos el insulto y la mentira. Es lucha libre en la que todo está permitido con tal de conseguir adhesiones a su visceralidad. La libertad lo es todo para ellos. Ya sea la de portar armas, la del fanatismo neoliberal o la de tomar unas cañas. Ojalá que historias como esta, basada en hechos trágicamente reales, pudiera servir de lección.

martes, 12 de marzo de 2024

La mecánica de los fluidos

de Gala Hernández. Francia, 2022. 39’.
12 de marzo de 2024. Filmin. V.O.S.

Anarquista Anatemático era un incel (célibe involutario) que publicó en un foro una nota en la que decía que se iba a suicidar. Siguiendo esa pista, la autora bucea en la red para entender cómo son las tragedias de esos machos salvajes a los que los algoritmos sentimentales condenan al ostracismo.

Una indagación sobre la masculinidad lumpen. La que quiere y no puede encontrar pareja. Ni estable ni incidental. Una exploración sobre las vidas que Tinder desahucia. Y sobre los riesgos que esos seres malheridos suponen para ellos mismos y para los demás. La mecánica de los fluidos es una lúcida denuncia existencial sobre las consecuencias de la calificación algorítmica de los deseos y los sentimientos. Y sobre lo que pasa cuando parece que ya no hay tierra firme fuera del océano digital.

miércoles, 6 de marzo de 2024

Dream scenario

de Kristoffer Borgli. EE.UU., 2023. 96’.
6 de marzo de 2024. Cines Parqueastur, Corvera.

Paul Matthews es un hombre vulgar que apenas llama la atención. Hasta que la gente empieza a verlo en sus sueños. Primero como un tipo pasmado que se les aparece en algunas escenas y no hace nada. Así se va haciendo muy popular y eso le encanta. Pero su presencia en los sueños ajenos va cambiando y se convierte en el protagonista de muchas pesadillas. Las de quienes sueñan con él y también la de su propia vida, porque acaba repudiado y odiado por todo el mundo.

Nicholas Cage interpreta magníficamente esta tragedia de un hombre ridículo que parte de una idea que, de puro inverosímil, resulta muy creíble. Temas como el inconsciente colectivo de Jung o la superinteligencia de Bostrom son aludidos en esta película de muchas capas en las que hay una tragicomedia inquietante de tono buñuelesco, pero también una fina crítica a las cancelaciones, los juicios de intenciones o a las raíces colectivas del estigma y el ostracismo. Por lo demás, en estos tiempos en que se escanean los iris y algunos sueñan con neurovínculos digitales, resulta aún más graciosa (o perturbadora) esa tecnología que, inspirada en el caso de Paul, trascendería la abducción propia de las actuales redes digitales haciendo posible soñar los sueños de otros en un nuevo modelo de negocio capaz de "monetizar" el espacio onírico.

lunes, 4 de marzo de 2024

Dune: Parte Dos

de Denise Villeneuve. EE.UU., 2024. 166’.
4 de marzo de 2024. Cines Parqueastur, Corvera.

Paul Atraides se ha unido a los Fremen. Muchos de ellos quieren verlo como el mesías que esperan, pero él duda si realmente lo es o si le sería útil aparentarlo para parecerse a Alejandro Magno o a Napoleón.

Ya puestos a evocar pasados brutales, Denis Villeneuve también evoca en blanco y negro los espacios descomunales de las luchas a muerte entre gladiadores en Roma o los grandes actos y desfiles de los fascismos y militarismos vigesímicos. Ayer vimos la primera parte de esta historia, que promete convertirse en megaserie, y hoy el  juicio no ha cambiado. Solo las imágenes de esos gusanos invisibles y aballenados y los paisajes de ese desierto infinito hacen que visualmente se lleven muy bien estas casi tres horas y media de redundancia belicista llena de tópicos testosterónicos. Pero también hay que reconocer el acierto de Villeneuve con la escala de sus artefactos. Le sacó el mejor partido en La llegada y vuelve a hacerlo ahora con esas máquinas enormes que explotan la especia o llegan al desierto desde otras galaxias. Sus descomunales cacharros  poco tienen que ver con la idea que Lewis Mumford tenía de megamáquina (o quizá sí), pero son uno de los hallazgos de esta película en la que son mucho más atractivos los paisajes que los paisanajes. Y es que, puestos a elegir sagas y héroes del futuro, prefiero los Guardianes de la galaxia. Al menos no tenemos que tomar en serio nada de que hacen.

domingo, 3 de marzo de 2024

Dune

de Denis Villeneuve. EE.UU., 2021. 155.
3 de marzo de 2024. Netflix. V.O.S.

El tiempo es dentro ocho mil años. El espacio es el del planeta Arrakis, un lugar desértico en el que hay especia, la materia prima más codiciada. Ese planeta está habitado por los Fremen, unos indígenas con pinta de beduinos que saben lidiar con  los inmensos gusanos subarenales. El emperador galáctico encarga a la familia de los Atreides el gobierno del lugar, pero tras el asesinado del duque Leto, su esposa Jessica ha de huir con Paul, el hijo de ambos. Él es un joven con poderes especiales que termina encontrándose con los Fremen, los indígenas de Arrakis.
 
Lawrence de Arabia en versión galáctica. El poderío visual que Denis Villeneuve demostró en películas como Enemy, La llegada o Blade Runner 2049 lo traslada a esta historia épica que, más que con La guerra de las galaxias, podría querer medirse con el clásico de David Lean. Las imágenes son cautivadoras y esos enormes gusanos que convierten el desierto en un océano tempestuoso me hacen pensar en las obsesiones del capitán Ahab. Hay mucho macherío épico, mucho feudalismo astral, mucha gestualidad milica y todas esas cosas que, desde la Alejandro Magno hasta Netanyahu, me provocan alergia instintiva. Así que, aunque fascinado por estas dos horas y media de imágenes poderosas, lamento que el director de Enemy o La Llegada  entregue su tiempo y su creatividad a la dirección de estas megaseries galácticas que resultan muy vistosas, pero muy vacías. De hecho, no ayudan nada a superar de una vez el viejo mito bronco del belicismo macho.