jueves, 20 de mayo de 2021

Arica

de Lars Edman, William Johansson Kalén. Suecia, 2020. 95.
20 de mayo de 2021. Festival DocsBarcelona. Filmin. V.O.S. 

Residuos tóxicos de una multinacional sueca y gentes humildes padeciéndolos en la ciudad chilena de Arica. Hay un juicio en defensa de las víctimas del que sale bien parada la compañía. También en el recurso. Lo que confirma que los poderosos también lo son ante los tribunales.

La multinacional se llama Boliden y es bien conocida en España por el desastre de Aznalcóllar y por su gran diligencia para defender sus intereses ante la justicia. En agosto de 2000 estuve una semana en Arica participando en un congreso. Así que tengo un recuerdo muy entrañable de ese norte chileno que ya casi es peruano y que fue codiciado por los bolivianos. Recuerdo el valle de Azapa, los geoglifos, el vergel al borde del desierto, la costa árida próxima al golfo de ese norte que está más allá que Antofagasta. Así que las imágenes de las gentes llorando en el cementerio me resultan mucho más cercanas que la frialdad de los tribunales suecos en ciudades nevadas. Ese contraste ilustra las formas que puede adoptar la injusticia cuando a un lado están los abogados bien pagados por una gran empresa y al otro solo la gente humilde y unos activistas cargados de razón pero con mucha menos fuerza. Para esto también sirven los documentales. Para que algunos se enteren en Suecia de lo que pasó en Arica y para que no nos olvidemos de que la empresa se llama Boliden y, que aunque en los tribunales se vaya de rositas, sus prácticas son nefastas.