miércoles, 18 de septiembre de 2024

Longlegs

de Osgood Perkins. EE.UU., 2024. 101’.
18 de septiembre de 2024. Cines Embajadores-Foncalada, Oviedo. V.O.S.

Cuando era niña, Lee Harker tuvo un encuentro con un hombre extraño. Ahora que trabaja en el FBI tendrá que dar con alguien que cuando llega a una casa hace que una familia se mate. Es Longlegs, un tipo diabólico que condicionó su vida desde aquel encuentro.  

Lo mejor es la primera escena. Sorprendente, inquietante y elegante. Luego la forma de poner la cámara y las atmósferas siguen atrayendo. Pero, poco a poco, lo diabólico y lo gore se adueñan de una historia que naufraga en su intento combinar el relato policial y el satánico. Así que, finalmente, la truculencia se impone a la coherencia. Tras su magnífico papel en Dream scenario, uno esperaba ver si Nicholas Cage confirmaba su regreso al buen hacer actoral. Pero, con una caracterización que sepulta su rostro, debajo bien podría estar el suyo o el de cualquier otro. Por lo demás, películas como esta confirman la patología social y audiovisual de un país obsesionado con la violencia y la truculencia. Puede cambiar la escala (galáctica, guerramundialista, guerracivilista, de extraterrestres, de amenazas globales con salvadores gringos, de superhéroes diversos, zombis feísimos, asesinos en serie o, como en este caso, de abducciones satánicas). Pero viendo lo mucho que allí gusta la violencia no es de extrañar que en aquel país se maten tanto con sus propias armas o provoquen, patrocinen y promuevan tantas matanzas en el mundo con la pujanza endemoniada de su industria bélica. Ellos entonan muy emocionados el God bless América, pero la parte que les toca de aquel continente no han sabido convertirla en una divina tierra sin mal, sino en un lugar bastante propicio para engendrarlo.