domingo, 20 de diciembre de 2020

A media voz

de Heidi Hassan y Patricia Pérez Fernández. Cuba, 2019. 80.
20 de diciembre de 2020. Centro Niemeyer, Avilés.

Dos mujeres cubanas intercambian cartas filmadas en las que se van poniendo al día. Hay recuerdos felices de su amistad desde niñas y de su pasión compartida por hacer cine en Cuba. También evocaciones de aquella traumática separación cuando Heidi no volvió a la isla y buscó refugio en España tras un viaje de jóvenes cineastas cubanos a Ámsterdam. Patricia dejó el país más tarde y su vida está ahora en Suiza. Las dos intentar reconstruir su amistad a través de una correspondencia filmada con la que intentan recuperar ese tiempo perdido. 

Empezaron Erice y Kiarostami. Luego siguieron José Luis Guerín y Jonas Mekas, Isaki Lacuesta y Naomi Kawase, Albert Serra y Lisandro Alonso, Jaime Rosales y Wang Bing, Fernando Eimbcke y So Yong Kim. Últimamente el intercambio epistolar a través de imágenes se está haciendo entre mujeres y nos está deparando trabajos tan interesantes como el Meritxell Colell y Lucía Vassallo en Transoceánicas, el de Carla Simón y Dominga Sotomayor en Correspondencia (un estupendo cortometraje con dos cartas filmadas de cada directora que he visto esta misma tarde en el Documenta Madrid) y este delicado trabajo sobre el extrañamiento a cargo de Heidi Hassan y Patricia Pérez Fernández. Hay retales de imágenes del pasado que van siendo reinterpretadas a la luz de un presente en el que ninguna de las dos parece ser feliz. Ambas se extrañan y extrañan sus vidas anteriores. Pero siguen buscando en otro país esperanzas, afectos y hasta una maternidad cada vez menos probable. A media voz es una hermosísima película en la que confluyen dos miradas muy afines sobre la memoria y el extrañamiento. Las de dos directoras sensibles que tienen en el cine su verdadera patria.