jueves, 17 de marzo de 2022

Malmkrog

de Cristi Puiu. Rumanía, 2020. 200.
17 de marzo de 2022. Filmin. V.O.S.

Varios aristócratas, militares y burgueses se reúnen en una lujosa mansión rumana. Son rusos pero todos hablan en francés. Fuera el paisaje está nevado y dentro se suceden con elegante cadencia conversaciones en las que discrepan educadamente sobre la necesidad de la guerra, la viabilidad de vencer al mal con el bien, la identidad de Rusia, el porvenir de Europa, la posibilidad de civilizar al mundo, los evangelios, la muerte o Dios. Asistimos con embeleso a unos diálogos intensos, parsimoniosos y corteses que recuerdan a los de Platón. De hecho, están inspirados en Los tres diálogos y el relato del Anticristo que publicó en 1900 el filósofo ruso Vladímir Soloviov.

Nada y mucho que ver con Sieranevada, la anterior película de Cristi Puiu. Aquella sucedía en un abarrotado piso urbano actual. Esta transcurre hace más de un siglo en una mansión en medio del campo con amplios salones en los que la luz entra por los dos lados. En aquella la cámara tenía que asomarse acogotada desde los pasillos. En esta hay espacio de sobra para regodearnos en la elegante sobriedad de los encuadres. En aquella había mucha gente menesterosa que no paraba de moverse y discutir ásperamente. En esta todos son nobles y discrepan con sosiego y educación. Pero precisamente esos contrastes hacen que las dos formen un díptico perfecto en el que comparten, además de un metraje larguísimo (más de tres horas cada una), cierto aislamiento en un entorno invernal fuera del cual pasan cosas feas. En Sieranevada acaba de ser el atentado de Charlie Hebdo y en Malmkrog se barruntan tormentas revolucionarias que incluyen algún relámpago, entre onírico y premonitorio. En ambas hay además interés por la actualidad mundana y tienen notable presencia los referentes religiosos y filosóficos. Indudablemente esto último va mucho más lejos en Malmkrog que parte de los textos de Soloviov convirtiéndolos en conversaciones sosegadas que cautivan por su sutileza y parsimonia. Aunque comprendo que resulten muy tediosas para quienes no entiendan que la escucha es lo más importante de los diálogos o encuentren trasnochado hablar sobre el bien y el mal, sobre dios y la muerte o sobre la agonía del cristianismo. Pero incluso estos deberán reconocer que los temas tratados por estas antiguas élites del Este tienen la mayor actualidad en estos días en que Rusia y la guerra han regresado a nuestras vidas recordándonos que en la historia abundan las recurrencias. Veo Malmkrog en un día en que El País encabezada su portada con las palabras "Guerra en Europa. Día 22"  y en una semana en la que he leído un libro titulado (engañosamente) Contra los nacionalismos que compila escritos de Marx  entre los que encuentro pequeñas joyas reveladoras como un texto sobre la historia de España escrito en 1854 y otro sobre Rusia de 1881. Leyendo esos textos y viendo esta película encuentro que no solo el pasado resucita en el presente (como tan lúcidamente advierte Pablo Batalla Cueto en su magnífico libro Los nuevos odres del nacionalismo español) sino que conviene tener presentes algunas reflexiones del pasado. Como las que nos trae esta fascinante película de Cristi Puiu. Conviene advertir, en todo caso, que no es apta para públicos apresurados.