martes, 14 de junio de 2022

Gran Libertad

de Sebastian Meise. Austria, 2021. 116.
14 de junio de 2022. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

1945, 1957 y 1969. Tres momentos en los que Hans y Viktor coincidieron en la misma cárcel. Hans entró una y otra vez por homosexual. Tras no haber matado a nadie durante la guerra, Viktor fue condenado por asesinar a un hombre cuando regresó a su casa. En 1945 Viktor no entendía a Hans. En 1969 Hans no entendía la libertad sin Viktor.

175 era el número que identificaba a los homosexuales en las cárceles alemanas. Y también el artículo del código penal que hasta 1994 tipificaba esas conductas como delictivas. En 1969 se eliminó uno de sus párrafos y seguramente por eso el protagonista de esta historia real pudo salir entonces de la cárcel. Así que, viendo esta estupenda película que cuenta muchas cosas sin necesidad de muchas palabras, uno se da cuenta de que la homofobia española no contrastaba mucho con la de otros países democratizados. Y en estas casi dos horas vuelvo a confirmar mi idea de que una sociedad no es del todo decente si acepta con naturalidad que haya personas en las cárceles. Me temo que no vamos hacia la utopía razonable de un mundo sin cárceles. Hace cuarenta años despenalizar era sinónimo de progresar y conquistar libertades. Sin embargo, hoy el aumento de las penas y de los tipos penales parecen nuevas conquistas sociales. Mal vamos.