martes, 6 de febrero de 2024

Klammer

de Andreas Schmied. Austria, 2021. 100.
6 de febrero de 2024. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

Juegos Olímpicos de invierno de 1976. Se celebran en Innsbruck, así que Franz Klammer puede (y debe) ganar a su rival, el suizo Bernhard Russi. Los días previos son de mucho barullo y mucha presión para él. Desde los esquís que debería llevar en el descenso hasta la ausencia de su novia Eva, que ese día tiene examen.

Al final gana. De no ser así no estaríamos viendo esta película. Es un homenaje que seguramente será muy apreciado por los austriacos que recuerden aquella gesta. Verla ahora resulta extraño en un tiempo en que no hay nieve en nuestras montañas y las imágenes de unos juegos olímpicos de invierno empiezan a ser tan remotas como las glaciaciones. Rozando el límite es el subtítulo de la película. Y parece muy adecuado para estos tiempos en que los inviernos son calurosos y la capacidad máxima de las desaladoras ya merece más atención que la de los embalses porque empezamos a ser conscientes de que muchos de ellos nunca volverán a llenarse. También se hace extraño ver que Eva, la guapísima novia del heroico esquiador, es algo así como su musa y el descanso del guerrero. De todas formas, me han encantado esos pelos descuidados, esas ropas coloristas y esas texturas cálidas de las imágenes. Contrastan bastante con la negritud actual en la indumentaria masculina de tantos jóvenes y con esa afición a los cortes de pelo radicales entonces repudiados. Seguramente, entonces recordaban demasiado a la uniformidad militar y la estética fascista. Por desgracia, hoy no están de moda aquellos colores y hay más negro en la ropa y mucho menos blanco en las montañas.