domingo, 6 de abril de 2025

Peaches Goes Bananas

de Marie Losier. Francia, 2024. 73.
6 de abril de 2025. Centro Niemeyer, X Festival de cine LGTBI, Avilés. V.O.S.

Merrill Nisker es Peaches, una cantante bastante provocadora que llena sus actuaciones de barroquismos sexuales. La vemos en el escenario, en los camerinos y también con su gente.
 
No empieza muy allá la décima edición de este festival LGTBI que parece declinar. Hoy había poco público en la sala y en la pantalla  tampoco gran cosa que ver. Si uno conociera y disfrutara con esta artista canadiense creo que quedaría bastante defraudado. Y para los demás, lo visto no anima a saber más de ella. Las imágenes parecen más retales deshilvanados que piezas de un relato con alguna intención. La que fuera.

sábado, 5 de abril de 2025

Sorda

de Eva Libertad. España, 2025. 99’.
5 de abril de 2025. Cines Los Prados, Oviedo.

Ángela y Héctor se llevan muy bien. Ella es sorda, pero eso no afecta a su relación. Hasta que se queda embarazada y las cosas empiezan a cambiar para los dos. Y aún más cuando Ona, que nace oyente, empiece a crecer entre esos dos mundos.
 
Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo. Y esta película nos muestra hasta qué punto es eso cierto en la convivencia entre sordos y oyentes. Aquellos saben de sobra lo que les falta, los demás no notamos lo que tenemos. Eva Libertad consigue en esta magnífica película comunicar ambos mundos. O, mejor dicho, desvelar y suturar su incomunicación. Para ello tiene el acierto de hacer que la protagonista sea sorda pero nosotros entremos en esta historia desde nuestra normalidad oyente, apenas sorprendida por esos subtítulos redundantes. Al final nos hará escuchar el mundo de  Ángela. No solo el de la sordera profunda, también el de esos audífonos con los que muchos han de decidir entre sufrirlos o quedarse fuera. Los personajes de Sorda son creíbles y durante hora y media nos resulta fácil ponernos en el lugar de cualquiera. También en el de Ángela en momentos tan intensos como el del parto o el de la discusión con Héctor. La semana pasada fue Gemma Blasco con La furia, su segunda película. Ahora es Eva Libertad con esta magnífica ópera prima. Parece que 2025 será también excelente para el cine español.

Kantauri

de Xabier Mina e Isaías Cruz. España, 2025. 70’.
5 de abril de 2025. Cines Parqueastur, Corvera.

Imágenes del Cantábrico. Del batir del mar en sus costas, de algún barco que lo surca y, sobre todo, de su vida submarina. 
 
Que ese sea el título es una buena noticia. Indica que la palabra puede asociarse más con el Cantábrico que con el terrorismo. Las imágenes son especialmente hermosas cuando se acercan a la vida en los fondos marinos. También cuando muestran los encuentros entre las nubes de bocartes y bonitos. El tono quiere ser poético y, aunque no hacía falta, una voz masculina se empeña en subrayarlo. Kantauri está lejos de documentales como Océanos de Jacques Perrin y Jacques Cluzaud, pero es un trabajo bastante digno.

miércoles, 2 de abril de 2025

Ghostlight

de Alex Thompson y Kelly O'Sullivan. EE.UU., 2024. 110’.
2 de abril de 2025. Cines Parqueastur, Corvera.

Un obrero maduro vive bajo presión. Su hija tiene mucho carácter y ha sido expulsada del instituto. Con su mujer sufre por eso y por las inquietudes de una demanda relacionada con la reciente muerte de su otro hijo. En un local que hay al lado de la obra en que trabaja se reúne un grupo de aficionados al teatro que están montando Romeo y Julieta. Y casi sin darse cuenta se integra en ese proyecto al que también se incorporará su hija, que tiene notables dotes interpretativas. La preparación de la obra será catártica para esa familia. 
 
La historia es tan sencilla y digna como la voluntad que une a esos aficionados al teatro. El paralelismo entre el sufrimiento de esa familia normal y el desenlace del drama de Shakespeare está muy bien planteado. Los personajes son gente corriente sometida a los efectos de una tragedia que al principio desconocemos. Así que en Ghostlight hay, por una parte, una historia naturalista que podría recordar a las de Ken Loach o Mike Leigh y, por otra, una reivindicación bien medida de las virtudes consoladoras del teatro. Ojalá que lo entendieran alguna vez los docentes y los responsables educativos. Ojalá que tanto el teatro (ese arte de las artes) como el cine (esa maravilla capaz de esculpir el tiempo) tuvieran, cuanto menos, la misma presencia en las aulas que ahora tienen las matemáticas. El mundo sería un poco más sabio, habitable y feliz.