16 de febrero de 2020. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Fotografía primorosa, paisajes hermosos y encuadres elegantes. Son los méritos de una película con intenciones pacifistas pero a la que le sobra parsimonia. Lo que cuenta es poco y resulta reiterativo. Así que, sin poner ningún pero a su ética irenista ni a su estética preciosista, Bhayanakam (Miedo) demuestra que para hacer buen cine hace falta algo más que eso.