1 de febrero de 2020. Centro Municipal Integrado Pumarín, Gijón. V.O.S.
Un hombre vuelve a su pueblo gallego. Allí se suceden escenas en los que distintas personas hablan sentenciosamente de dos en dos. También hay algún monólogo dramático como el de la mujer que evoca la separación que precedió a la ejecución de su amiga. O voces leyendo cartas lejanas y tristes mientras el hombre que regresa se va perdiendo en el bosque.
Solo el diálogo de los mendigos y el del político tienen lugar a la luz del día. El resto de las imágenes son bellas, pero nocturnas e invernales. Como ese tiempo que aquí rememoran (con textos de Max Aub, Alfonso Sastre y otros) actores y personas ajenas al oficio. Con parsimonia y contención Eloy Enciso consigue conferir una textura irreal a esta miscelánea poética que se convierte en un modelo para armar sobre la larga noche del franquismo. Longa noite es memoria histórica en un formato extraño pero sugerente. Como esa duermevela en que los recuerdos, los fantasmas y los miedos se funden con los sueños.