lunes, 8 de abril de 2019

Let me fall

de Baldvin Zophoníasson. Islandia, 2018. 136.
8 de abril de 2019. Centro Niemeyer, IV Festival de cine LGBTIQ, Avilés. V.O.S.

Desde la adolescencia Magnea va teniendo amistades cada vez más peligrosas. En medio de ellas está Stella, una chica con la que tiene una relación especial y con la que irá compartiendo adicciones. Al final Stella sobrevivirá a las drogas pero será la responsable de que Magnea no salga de ese mundo.

La película de anoche tenía escasa relación con la temática del festival y muy poca calidad. A esta también le pasa lo primero, pero es magnífica. Let me fall es un descenso progresivo a esos infiernos que sufrieron en los años ochenta muchas familias españolas que habían tenido una vida normalizada hasta que la heroína se cruzó en las vidas de tantos adolescentes. Eso es lo que le pasa a esta chica islandesa con una familia que la va viendo caer en el abismo sin poder hacer nada. La historia de Magnea es una epopeya trágica magníficamente contada en la que, con una cadencia perfecta, vemos la forma en que una adolescente puede llegar a convertirse en indigente sin que nadie pueda impedirlo. Con un ritmo perpecto se va desvelando un proceso en el que se intercan roturas temporales dramáticamente premonitorias de su destino. El guión, las ambientaciones, los encuadres y las transiciones entre las escenas son perfectas. Y también son impresionantes los trabajos de las actrices que interpretan las dos edades de Magnea: la quinceañera y la de la treintena. Así que, confirmando una vez más que el cine islandés nunca defrauda, ya tenemos otra película sobresaliente en este festival tan desigual. Para mi Let me fallEl silencio es un cuerpo que cae, Tinta bruta y The happy prince han sido las mejores de esta edición. Como ya habíamos visto en Valladolid The miseducation of Cameron Post (también estupenda) que aquí se proyectará el viernes y seguramente no llegaré a tiempo ese día para ver Rafiki, creo que ya puedo decir que las que he señalado son a mi juicio las mejores de esta edición. A ellas habría que añadir los nueve cortos británicos (todos muy buenos) del festival BFI Flare que también se proyectarán el viernes y que yo he podido ver esta mañana con mis alumnos. Así que ha habido de todo en esta muestra de cine LGTB: películas muy buenas y películas prescindibles. (Finalmente Tinta bruta ha recibido el premio del jurado y The happy prince el del público. Solo discrepo en la mención especial que le han dado a Un couteau dans le coeur, a mi juicio Let me fall o El silencio es un cuerpo que cae la habrían merecido mucho más)