18 de julio de 2019. Cines Los Prados, Oviedo.
Ida y vuelta a la Luna en imágenes de hace cincuenta años. La amanecida de miles de personas en Florida para ver el espectacular lanzamiento, las conversaciones entre los astronautas y Cabo Cañaveral. Y, por supuesto, aquel pequeño paso para un hombre que dejó su huella en la Luna y también en la memoria del siglo XX.
Impresionante. Igual que en los estupendos documentales de Asif Kapadia aquí solo vemos imágenes originales. En este caso de la NASA. Y con una calidad que hace que parezca imposible que tengan medio siglo. El relato es impecable. Por el estupendo montaje, por el poderoso sonido y por esas conversaciones que no requieren ningún subrayado. Tan solo esos oportunos gráficos intercalados que nos permiten entender cómo fue aquel memorable viaje de ida y también el de vuelta. Esta semana todos los medios han ofrecido mucha información sobre aquel acontecimiento del que yo recuerdo mejor la impresión que causó en mis padres y en mis tíos que lo que se vio aquella noche en la tele. Pero este documental ha sido la mejor celebración posible. La sensación es como la de Marte de Ridley Scott, pero sabiendo que sucedió.