viernes, 2 de octubre de 2020

Rifkin's Festival

de Woody Allen. EE.UU., 2020. 92.
2 de octubre de 2020. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

Un cinéfilo hipocondríaco acompaña a su mujer al festival de San Sebastián. Ella es la agente de un director joven y engreído que presenta allí su última película. Entre las ensoñaciones cinematográficas del marido, sus encuentros con una médica española que le encanta y la sintonía más que profesional que la mujer tiene con ese director emergente, parece claro que el matrimonio no regresará entero del festival.

El fin de semana pasada tendríamos que haber estado en el festival de San Sebastián pero el dichoso virus nos ha impedido repetir la estupenda experiencia del año pasado. Así que el estreno de la última película de Woody Allen no ha podido ser más oportuno para nosotros. Rifkin's Festival no es uno de esos artefactos de ajustada relojería que tanto valoramos en su cine. Más bien tiene ese tono ligero y deliciosamente estival que le da a sus películas europeas (Inglaterra ya no es Europa, lo digo por Match Point, Scoop y El sueño de Casandra). Rifkin's Festival resulta muy grata aunque solo sea por ver a Wallace Shawn en el papel clásico del propio Woody Allen y por contemplar cómo se multiplican los guiños cinéfilos en escenas tan divertidas como las de las referencias al cine japonés o las ensoñaciones en blanco y negro en las que hace irónicos homenajes a unas cuantas películas clásicas del cine europeo (El séptimo sello, Fresas salvajes, El ángel exterminador...) También ha sido un gusto ver a Elena Anaya convirtiéndose en otra estupenda musa alleniana y a Sergi López haciendo de pintor hispano histriónico y apasionado. Por suerte, una de las sesiones se proyecta en versión original subtitulada y eso se agradece especialmente en las escenas en las que estos aparecen. Lo único malo ahora es que habrá que esperar un año para encontrarnos otra vez con ese universo delicioso y queridísimo que es siempre el cine de Woody Allen.