martes, 6 de octubre de 2020

Mi gran pequeña granja

de John Chester. EE.UU., 2018. 91’.
6 de octubre de 2020. Casa de la Cultura, Avilés. V.O.S.

Un matrimonio formado por una profesional de la cocina ecológica y un director de documentales de naturaleza decide realizar el sueño de ella y dedicarse por completo a levantar una granja en California. Contarán con el apoyo económico de muchos amigos y con los consejos de un experto que considera que la diversificación en la producción ecológica es tan importante como la diversidad en los ecosistemas naturales. Todos ponen mucho empeño en que la cosa salga bien. Y lo logran.

American way of farm. Ese podría ser también el título de esta película sobre un granja que podrá ser cualquier cosa menos pequeña. El grandonismo estadounidense y ese carácter entre naif y emprendedor que caracteriza a muchas de sus gentes están presentes en esta película comprometida con la sostenibilidad y las iniciativas ecologistas. En este sentido, el documental seguramente resultará edificante y muy gratificante para quienes no hayan tenido la suerte de que el ganado, los huertos y los árboles hayan formado parte de sus vidas. Pero lo mejor de la película son, sin duda, esas hermosas imágenes que por momentos recuerdan a las de los estupendos documentales de Joaquín Gutiérrez Acha (en unos días se estrenará su última película: Dehesa, el bosque del lince ibérico). Es verdad que filmar en una granja es más fácil que en los entornos salvajes, pero hay que reconocer que, aunque coquetea con lo almibarado, John Chester tiene el acierto de no ahorrarnos las dificultades y los dramas que también acontecen en las granjas reales. Y la suya, aunque tenga una extensión enorme y cuente con todos los medios, también parece serlo.