domingo, 17 de diciembre de 2023

Ciudadano Kane

de Orson Welles. EE.UU., 1941. 119’.
17 de diciembre de 2023. Teatro Filarmónica, Oviedo. V.O.S.

Charles Foster Kane pronuncia al morir una enigmática palabra: Rosebud. Averiguar su significado es el propósito de unos periodistas que repasan la vida del ciudadano Kane, un magnate megalómano (valga la redundancia) con la ambición permanente de controlarlo todo.

El castillo de Xanadú parece la versión expresionista y desmedida del que, catorce años después, se convirtió en el icono de Disneyland. Ver Ciudadano Kane en pantalla grande es una oportunidad para apreciar que los hallazgos formales de Welles siguen siendo sorprendentes más de ochenta años después. Su maestría se hace patente en la habilidad para aprovechar la profundidad de campo componiendo y dando significado a los distintos elementos de cada plano, en el sorprendente uso del claroscuro dando protagonismo a las sombras, o en la desmesura de las escenografías interiores del castillo de Xanadú. Pero además del disfrute formal, ver Ciudadano Kane en 2023 da mucho que pensar sobre la recurrencia de los magnates icónicos en la historia de Estados Unidos. Ciudadano Kane sirve de metáfora y bisagra entre dos tiempos emblemáticos del capitalismo enloquecido: los de los Rockefeller, Carnegie o Morgan decimonónicos y los de los Gates, Bezzos o Musk del siglo XXI. Aunque el ciudadano Kane de Welles da bastante miedo, estos nuevos señores del aire parecen más peligrosos. De hecho, este fin de semana se vio muy contento a Elon Musk acompañando en Italia las celebraciones de los actuales cachorros del fascismo.