jueves, 16 de junio de 2016

Eisenstein en Guanajuato

de Peter Greenaway. Holanda, 2015. 105.
16 de junio de 2016. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

En 1931 Eisentein pasó varios meses en Mexico para filmar una película que nunca llegó a acabar. Pero aquella maravillosa estancia cambió su vida.

Abel Ferrara lo hizo con Pasolini. Ettore Scola con Fellini. Y ahora Peter Greenaway lo hace con Eisenstein. En apenas un año he visto tres películas de directores que homenajean a otros directores mostrándonos aspectos de sus vidas más allá del cine. Y curiosamente la mirada de Greenaway recuerda un poco a la de Fellini. Desde los primeros planos nos presenta al famoso director ruso de los dramones en blanco y negro en un ambiente radicalmente colorista y alegre. Y no solo porque el entorno era tan propicio para ello sino porque Eisenstein el Guanajuato está hecha con  una libertad formal tan radical y divertida (pantalla partida, deformaciones de la imagen, montaje trepidante, coloreado extremo y dinámico...) como la libertad vital y sexual que descubre el protagonista en aquellos tiempos en que sus amigos Rivera y Frida Kahlo revolucionaban algo más que las artes en México y en los que Buñuel y Dalí revolucionaban algo más que el cine en Europa. Así que me ha encantado volver a disfrutar con una película de este director que tanto me gustaba en los años ochenta y al que después he seguido menos. Curiosamente Eisenstein en Guanajuato, además de ser muy interesante para los cinéfilos y muy atractiva para quien disfrute con imágenes barrocas y atrevidas, tiene mucho que ver con la temática del Festival de cine LGBTIQ que el próximo sábado comienza aquí. Ojalá que su programa esté a la altura de películas como esta.