16 de mayo de 2019. Casa de la Cultura, XVIII Certamen Nacional de Cortometrajes de Avilés.
La vida de un hombre nacido para el cine. De hecho, nació con el cine y en un cine. Es un barcelonés que vio la luz durante una proyección de Lumière, que disfrutó de la infancia con Charlot y que, tras ver Rebeca de Hitchcock, decidió hacer una película. La película de su vida. Esta.
Hace tres años Nueve cartas a Berta. Hace dos El mundo sigue. Y ahora esta joya olvidada durante tantas décadas. El Festival Avilés Acción está configurando una especie de minisección que reivindica el cine clásico español y que esta tarde no solo nos ha permitido descubrir esta singularísima obra sino asistir también a una extraordinaria lección sobre la historia de nuestro cine con la magnífica presentación que Daniel S. Salas ha hecho de la película. Siete décadas después de filmada y tras un estreno poco afortunado que la condenó al olvido se recupera el valor de esta Vida en Sombras que es un melodrama clásico y un repaso moderno y autorreferencial al primer medio siglo de la historia del cine. Ni siquiera la presencia de Fernando Fernán Gómez y de María Dolores Pradera en los papeles protagonistas permitió que se reconociera el valor de un trabajo que debería formar parte del imaginario histórico del cine español. El relato dentro del relato, el zootropo que acompaña al protagonista, el latido que le ilumina desde el cine en que se proyecta Rebeca son solo algunos de los muchos elementos singulares de una película llena de pasión por el cine y por su historia. El protagonista y su drama es también un trasunto de la propia obsesión de aquel director que mereció formar parte de los grandes de la historia del cine español pero que solo pudo hacer esta película y no logró ser reconocido fuera de Sabadell. Así que ha sido un verdadero lujo poder ver, con la magnífica calidad de proyección que desde hace unos meses tenemos en esta sala, esta película recuperada para el patrimonio cultural de un país que no siempre lo estima como merece.