martes, 24 de diciembre de 2019

Dovlatov

de Alexey German Jr. Rusia, 2018. 126’.
22 de diciembre de 2019. Teatro Filarmónica, Oviedo. V.O.S.

Las dificultades de un escritor empeñado en no someterse a las presiones que sufre su oficio en la URSS de los setenta. Vemos a Dovlatov con sus amigos en Leningrado luchando por abrirse camino en la literatura rusa y enfrentándose a la imposibilidad de publicar sin renunciar a su independencia. 

El ambiente bohemio y cómplice de los artistas rusos está magníficamente retratado con esa fotografía de colores cálidos en tiempos muy fríos. De hecho, me interesa más ese entorno urbano y humano que las peripecias de un personaje con cuya gestualidad empatizo menos que con sus circunstancias. Alexey German consigue que resulten fascinantes cada plano y cada escena de una historia sosegadamente dramática que tiene como escenario la misma ciudad en la que Kantemir Balagov sitúa veintitantos años antes la historia de esa joya titulada aquí como Una gran mujer. Estos días la ponen en Los Prados, así que mañana la volveré a ver. Lo hago porque la película es estupenda, pero también porque la oferta cinematográfica en las salas comerciales asturianas es raquítica. Menos mal que también existen salas públicas como el Teatro Filarmónica y programaciones tan notables como las de Radar. Sin ellas, serían insoportables meses como este en los que productos industriales como Frozen o Star Wars secuestran a las salas y a los públicos de una forma que me recuerda a aquellas Semanas Santas en blanco y negro en las que las procesiones parecían obligatorias y también nos dejaban sin alternativas en los cines y en la tele.