viernes, 3 de enero de 2020

El silencio del pantano

de Marc Vigil. España, 2019. 87.
3 de enero de 2020. Cines Parqueastur, Avilés.

Un hombre escribe una novela sobre crímenes, corrupciones y mafias valencianas. Hay un profesor que fue político, un sicario de crueldad tremenda y flemática, una mujerona mafiosa que manda mucho en los suburbio, un hermano del escritor que no tiene nada que ver con todo eso pero recibe una moto. Y también él mismo que, en la realidad o en la ficción, tiene querencias asesinas y ha secuestrado al profesor que todos buscan.

La puesta en escena y la atmósfera son estupendas (y se agradece ese comienzo con guiño localista a la calle González Abarca, bastante céntrica aquí pero inexistente en Valencia). También está muy bien la aspereza, la sobriedad y el buen estilo de una película sobre crímenes, corrupciones y mafias levantinas. Sin embargo, el relato tiene elementos confusos. Y no por lo que tiene de muñeca rusa, sino porque las relaciones y las motivaciones de los personajes no quedan claras. No sé si el problema está también en la novela en que se basa la película pero, hablando de periferias lacustres y corrupciones valencianas, uno no puede dejar de recordar a Rafael Chirbes y su novela En la orilla. Al lado de ella cualquier acercamiento a ese tema y ese entorno parece menor. Por fortuna, aquella novela tuvo una buena adaptación teatral que dirigió Adolfo Fernández para el CDN.