de Olivier Assayas. Francia, 2024. 108’.
9 de marzo de 2025. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.
Paul es director de cine y su hermano Etienne es un periodista musical. Ellos y sus parejas pasan juntos el confinamiento en la casa de campo en la que pasaban los veranos de pequeños y en la que les toca vivir la primavera de 2020. Paul está muy preocupado por los riesgos de contagio y Etienne no soporta su pesadez con el tema, así que serán semanas propicias para los desencuentros y los reencuentros.
Me encanta la reivindicación del campo, de la primavera y del tiempo detenido. Por eso esta película me ha recordado lo que cuenta Julio Llamazares sobre aquel tiempo confinado en su libro Primavera extremeña. Es verdad que, de haberse puesto a ello, Jonás Trueba lo habría hecho mejor y que las obsesiones de los personajes españoles seguramente darían más juego que las de estos franceses. Pero no creo que en la reivindicación de lo campestre habría podido superar a la de Assayas en este Tiempo compartido. Así que, sin ser una película importante, me resulta muy grata y me recuerda las ganas que tengo de disfrutar con el inminente milagro de la primavera.