domingo, 9 de marzo de 2025

Tiempo compartido

de Olivier Assayas. Francia, 2024. 108.
9 de marzo de 2025. Centro Niemeyer, Avilés. V.O.S.

Paul es director de cine y su hermano Etienne es un periodista musical. Ellos y sus parejas pasan juntos el confinamiento en la casa de campo en la que pasaban los veranos de pequeños y en la que les toca vivir la primavera de 2020. Paul está muy preocupado por los riesgos de contagio y Etienne no soporta su pesadez con el tema, así que serán semanas propicias para los desencuentros y los reencuentros.
 
Me encanta la reivindicación del campo, de la primavera y del tiempo detenido. Por eso esta película me ha recordado lo que cuenta Julio Llamazares sobre aquel tiempo confinado en su libro Primavera extremeña. Es verdad que, de haberse puesto a ello, Jonás Trueba lo habría hecho mejor y que las obsesiones de los personajes españoles seguramente darían más juego que las de estos franceses. Pero no creo que en la reivindicación de lo campestre habría podido superar a la de Assayas en este Tiempo compartido. Así que, sin ser una película importante, me resulta muy grata y me recuerda las ganas que tengo de disfrutar  con el inminente milagro de la primavera.

sábado, 8 de marzo de 2025

Mickey 17

de Bong Joon-ho. EE.UU., 2025. 137’.
8 de marzo de 2025. Cines Los Prados, Oviedo. V.O.S.

En 2054 Mickey ha aceptado convertirse en prescindible y ser enviado a un planeta helado lejos de la Tierra. La intención es colonizarlo y a él le tocan los trabajos más arriesgados en los que puede perder la vida. De hecho, la ha perdido muchas veces porque a los prescindibles que mueren se les vuelve a imprimir y se les inserta su memoria anterior. Pero a Mickey 17 le han dado por muerto antes de tiempo y se ha encontrado con Mickey 18 justo cuando el dictador que viaja en esa misión está a punto de masacrar a los seres de ese planeta que son quienes le han salvado la vida a Mickey 17.

Como película distópica es muy entretenida y da mucho que pensar en estos tiempos en que la condición poshumana y los dilemas de la identidad parecen desafíos que no están solo en la ciencia ficción. De hecho, lo que irónicamente plantea Bong Joo-ho en esta historia me ha recordado mucho la mala leche y mucha gracia del último capítulo de un libro imprescindible: Ciencia ficción capitalista. Cómo los multimillonarios nos salvarán del fin del mundo (Nuevos Cuadernos Anagrama). Pero lo que resulta impagable y bastante catártico es el papel de borda Mark Ruffalo como trasunto futurista del inefable Donald Trump. ¿Se reirán Elon Musk y él con esta película? ¿La entenderán?

viernes, 7 de marzo de 2025

Una historia verdadera

de David Lynch. EE.UU., 1999. 111.
7 de marzo de 2025. Teatro Campoamor, XI Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo. V.O.S.

Alvin Straight es un anciano que vive en Iowa con su hija. Sus problemas de cadera y de vista le impiden tener el carnet de conducir. Así que, cuando recibe la noticia de que su hermano Lyle ha sufrido un infarto, decide coger un cortacésped para ir hasta su casa en Wisconsin. Está a unos quinientos kilómetros y los dos hermanos no se hablan desde hace más de diez años, pero Alvin necesita volver a sentarse con él. 
 
Con esta proyección, acompañada con la magnífica música de Joana Serrat, comienza una nueva edición de SACO. Es la mejor iniciativa que ha habido nunca en Oviedo sobre cine, pero a duras penas sobrevive con un Ayuntamiento que parece entenderla y valorarla más bien poco (como a RADAR, que desde diciembre no ha tenido ninguna proyección). Después de veinticinco años, ha sido un gusto volver a ver esta conmovedora película que, al contrario que a su país, el tiempo ha tratado muy bien. Es una delicia contemplar la sensibilidad poética que David Lynch puso en cada plano, en cada frase y en cada gesto de esta historia verdadera. Joana Serrat lo ha entendido muy bien haciendo que su exquisita música esté donde debe, se sume a la ternura de la historia y evite cualquier subrayado que estaría de más en esta magnífica película. Decía que Una historia verdadera ha ganado con el tiempo y que lo ha hecho casi en la misma medida en que aquel país se ha ido deteriorando. Los personajes que ese anciano bueno y sabio se encontraba en su camino eran gentes abiertas, amigables y generosas que vivían en entornos humildes en los que a nadie se le había ocurrido todavía clavar esas insolentes banderas que ahora son señal de desconfianza, soberbia y agresividad. Por eso da gusto recuperar el periplo de aquel viejo argonauta, magníficamente interpretado por Richard Farnsworth, que viajaba en su cortacésped para alcanzar ese Vellocino de Oro que para él era poder recuperar la sintonía con su hermano. Quien interpretaba a este era Harry Dean Stanton, al que apenas vemos un minuto al final de la película, pero lo suficiente para emparentar esta joya cinematográfica con Paris Texas, de Wim Wenders, y con Lucky, de John Carroll Lynch, la última película que interpretó Harry Dean Stanton y en la que pegaba la hebra con el propio David Lynch. En estos tiempos oscuros en los que nada bueno nos llega desde aquel país, da gusto recordar que, al menos en algunas películas, las cosas eran antes de otra manera allí.

lunes, 3 de marzo de 2025

Mi única familia

de Mike Leigh. Reino Unido, 2024. 97.
3 de marzo de 2025. Renoir Plaza de España, Madrid. V.O.S.

Desde la forma en que se despierta, todo es ira y aspereza en la vida de Pansy. Detesta a todo el mundo y tiene siempre reproches en la boca. Para su marido, para su hijo y para cualquiera con el que se encuentre cada día. La vida de su hermana Chantelle es todo lo contrario. Tiene dos hijas deliciosas y una relación estupenda con ellas. En el día de la madre, Pansy y Chantelle van juntas al cementerio. Será el momento en que Pansy toque fondo y sienta que ya no puede más.

El director de películas tan magníficas como Secretos y mentiras, Todo o nada o Mr. Turner consigue que sintamos compasión ante la ira más extrema. La que sufre continuamente esta mujer que vive en una casa impoluta pero es incapaz de hablar con su marido o de tocar unas flores que le ha regalado su hijo. La compasión no es fácil con quien agrede y provoca rechazo. Por eso es tan meritoria y acertada la perspectiva que nos hace asumir este veterano director que todo lo que hace lo hace tan bien.

Tierra Baja

de Miguel Santesmases. España, 2024. 96.
3 de marzo de 2025. Pequeño Cine Estudio, Madrid.

Carmen lleva un año viviendo en una masía heredada de su abuela. Allí intenta sacar adelante unos olivos o quizá cultivar trufas. Ella fue guionista de cine, pero es algo que ha dejado atrás. Hasta que recibe una postal de un productor con el que había hecho algunas películas y al que había querido mucho. Y eso hace que un posible reencuentro los una de nuevo en ese lugar. Si no en la realidad, al menos en la ficción. 
 
Contando con esa inmensa actriz de cine y teatro que es Aitana Sánchez Gijón y con ese gran actor que es Pere Arquillué (del que recordamos en trabajos tan soberbios  como Paraíso perdido o El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar), era difícil que esta Tierra Baja turolense (que nada tiene que ver con la de Guimerá) no resultara muy interesante. El paisaje y la calmada seguridad con que se relacionan estos personajes, que tanto se estiman y respetan, hace que sea una delicia contemplar esta historia tan bien trabada por Miguel Santesmases y Ángeles González-Sinde en un guion que reflexiona sosegadamente sobre la vida y sobre la propia construcción de los guiones. Con mayor placidez y desde otra edad, Tierra Baja me ha recordado sensaciones deliciosamente rurales como las de películas como Els encantats, de Elena Trapé, o Suro, de Mikel Gurrea. Son lugares a los que siempre da gusto volver. Tanto en la ficción  como en la realidad.