15 de octubre de 2019. Fábrica de Armas de La Vega, Oviedo. V.O.S.
Los encuentros son los del joven Gurdjieff en lugares lejanos. Los tuvo con personas notables a las que hacía preguntas existenciales. Y también con los ritmos cautivadores de unas danzas y unas músicas bien lejanas.
El espacio vacío y metafísico puede estar también en Afganistán. Esto es lo que nos propone Brook en esta reivindicación de su maestro armenio a través de unas imágenes muy cautivadoras y escasamente subrayadas por palabras. La película sigue teniendo el magnetismo de su bella sencillez. Tan solo me descolocan un poco los rostros occidentales y las palabras en inglés en unos paisajes en los que debían ser debían ser muy poco frecuentes hace cuarenta años. Aunque quizá sea solo mi sensibilidad lingüística que me hace percibirlo. O lamentar que en el encuentro de esta tarde en el Palacio Valdés Antonio Gil decidiera hablar con Peter Brook todo el tiempo en inglés sin explicarnos el motivo. Una lástima, porque ayer estuvo magnífico en el estupendo acto que tuvimos ocasión de compartir con los alumnos de las escuelas de teatro.